Hace unos días ocurrió una discusión muy fuerte entre Larriera y Pablo Bengoechea.
La información que manejamos de la interna nos asegura que a partir de ahí, se habría terminado el romance entre ambos.
Bengoechea le sacó el respaldo y la permanencia de Larriera como entrenador estaría supeditada a ganar el campeonato Apertura.
Con el empate de hoy ante River en el Saroldi, las posibilidades dependen de varios resultados de otros equipos.
Más allá que Ruglio hace dos semanas dijo en un importante canal de televisión que la permanencia de Larriera no estaba en duda, hoy las cosas han cambiado.
Se le terminó el crédito a Larriera, y todos sabemos que en un cuadro grande, no pasar la seria de la Libertadores, no clasificar a la sudamericana, es fracaso absoluto.
Si le sumamos no ganar el Apertura, está afuera de la dirección técnica de los aurinegros.
Lo peor que le pasó a Peñarol fue traer a Pablo Bengoechea como director deportivo. No sabe nada para ese cargo, sigue siendo entrenador y se la pasa dando órdenes y participando de los entrenamientos como si de verdad fuera un “profesor”.
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