ElArriero” es una muy conocida zamba que se canta en muchas reuniones de amigos.

Con una letra muy significativa y muy sentida.

Pues bien, haciendo alusión a esa letra es que titulamos en forma irónica este artículo, porque parece que es una costumbre, y por cierto no de las mejores, que aquellos que son elegidos para administrar los dineros de todos, cuando realizan pésimas gestiones y despilfarran recursos, tienen un método para alejarse de las posibles críticas y ese método consiste en echarle la culpa a todo aquello que pudiera haber afectado su gestión y culpan a esos factores sus desastrosos resultados.

Es así que a todo nivel, en todos los estamentos de poder posibles e imaginables, tanto a nivel Nacional, como Departamental, se han escuchado a lo largo de los tiempos las excusas más increíbles que se puedan imaginar.

Solamente basta recurrir a una buena dosis de memoria y recordamos por ejemplo, cuando el Ex Intendente de Montevideo, expresó frente a las críticas de los montevideanos, por la mala gestión en la recolección de residuos, que esto sucedía porque los uruguayos consumían más y por eso había más residuos.

Una excusa que quedó en el top de los recuerdos porque seguramente el Ex Intendente suponía que quienes escuchaban eso eran idiotas sin capacidad de razonamiento.

Y podríamos hacer una extensa lista sobre excusas que han dado los políticos sobre situaciones de todo tipo.

Bueno, siguiendo esa línea se ha escuchado a algunas autoridades de la Intendencia de Salto, y también al ex Intendente, así como también a algunos referentes del Frente Amplio en lo local, decir algunas excusas sobre la actual situación financiera de la Intendencia que dejan en claro que muchos de ellos suponen que están contando alguna fábula a un grupo de extraterrestres.

Desde argumentar que la crisis financiera es debida a la Emergencia Sanitaria, y que debido a la misma, al no tener usuarios que utilicen el sistema de transporte urbano de pasajeros, se bajó lo que se recaudaba por ese concepto, o que al estar cerrados los centros termales se dejaba de generar ingresos, es una mentira más grande que el propio edifico comunal.

Debemos dejar en claro que justamente esos dos rubros, el de transporte urbano de pasajeros y el de Turismo, son de los dos sectores más deficitarios de la Intendencia.

Y así como también se le achaca este déficit al Coronavirus, o Covid-19, o como quieran llamarlo, se ha intentado hacer creer, que este problema es por culpa de que no se habría producido el envío de Partidas de Recursos desde el Gobierno Central, cuando se sabe que se le han adelantado partidas importantes en ciertos rubros a la comuna, a cuenta del próximo año.

El ex Intendente, fiel a su costumbre de victimizarse frente a coyunturas que no le favorecen, ha salido con una serie de mensajes en las Redes Sociales y en algunos espacios de medios amigos intentando defender lo indefendible.

Esta realidad tiene un único responsable y es el Ex Intendente Lima y su nefasta forma de Administrar, secundado por un grupo de compañeros y amigos que se han dedicado a estar de fiesta estos últimos cuatro años, cobrar altos sueldos, buenos viáticos y viajar a costillas de lo que la gente de Salto paga con enormes dificultades.

Incluso quien ocupa la titularidad hoy en la comuna fue participante en los primeros tiempos de esta Administración y supo también contar con esos beneficios.

Pero, y empiezan a surgir los peros, en estos tiempos donde la comunicación es casi instantánea, todo se sabe prácticamente en tiempo real, y lo real y concreto es que la Intendencia de Salto, tiene serias dificultades financieras, que hacen suponer que va ser dificultoso poder siquiera abonar los haberes de los funcionarios en los próximos meses.

Lo tragicómico de esta situación, es que siempre quienes terminan pagando estos horrores de gestión y pésimas administraciones, son los ciudadanos.

Y no se hace diferencia de colores, ni divisas, todos por igual, deben pagar de sus bolsillos las deudas que generan quienes hicieran en forma pésima su tarea.

Por eso lo del título, las deudas son de nosotros y las culpas son ajenas.

¿Cuándo será el día que quien se equivoque en la gestión pública pague con su patrimonio o con cárcel sus despilfarros?

Ese día podremos empezar a crecer como país.

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