La frase más repetida en los últimos días, cuando comentamos sobre el Coronavirus en el Uruguay, es sin dudas: “Sevienebrava”.

Y es así, la cosa está mal y aumentan los números oficiales. Igualmente, debemos decir, que los números de contagiados y muertos con relación al Mundo es realmente mínimo.

 

Vida

Para el infectólogo Eduardo Savio el aumento de los casos de COVID-1Columnas registrados en los últimos días era esperable y seguirá creciendo.

«Esto empezó el fin de semana de las elecciones departamentales, hubo desplazamiento de personas, hubo festejos, hubo marchas (…) estos 64 casos de ayer, estos 42Columnas casos activos que tenemos es la consecuencia de todo lo que viene pasando hace un mes».

Además, explicó que en Uruguay está sucediendo lo que pasa en el resto del mundo: con la apertura de las actividades, «la gente interactúa más y no todos se comportan de forma adecuada».

Advirtió que creció la cantidad de personas jóvenes infectadas, que son los que tienen más interacción social y los que pueden transmitir el virus a otras personas como los adultos mayores que pueden tener una evolución más grave del caso.

«Hasta el momento predominan los brotes, donde todo está identificado, pero cuando se pierde el hilo epidemiológico y no se puede rastrear el caso no se puede aislar a los contactos y en consecuencia me está diciendo que en verdad hay un cierto grado de circulación viral comunitaria y que quizás esto vaya aumentando».

 

Esta sinceridad del profesional que asesora al Presidente, deja de manifiesto claramente, que cuando el poder político resolvió de todas maneras realizar las elecciones departamentales, estaban prácticamente convencidos que esto iba a pasar.

También la marcha por la diversidad fue contundente a la hora de tener estos resultados.

 

¿POR QUÉ LO HICIERON ENTONCES SI SABÍAN QUE SE IBA A TENER ESTÁS CONSECUENCIAS?

 

Porque si no hacían elecciones no tenían idea de cómo salir del paso. Tampoco iban a dejar que sigan los intendentes que estaban, todo un problema político que no supieron, ni quisieron, buscarle una solución especial.

Los intereses políticos superaron cualquier peligro sanitario, ahora lo estamos pagando.

En cuanto a la marcha por la diversidad, no se animaron a prohibirla, por la discriminación que le iban a decir que tenían y prefirieron mirar para el costado, aunque sabían que era una locura lo que finalmente ocurrió.

Todo el buen manejo de la emergencia sanitaria, ahora con esto, la hipotecaron.