Dijo que él tenía el mismo video que Ignacio Álvarez y resolvió no pasar los audios en su programa radio de radio Sarandí.
No me extraña, fue fiel a su estilo y trayectoria periodística.
No te metas, no te importa, lo único que importa es no tener consecuencias personales.
Así ha transitado su carrera periodística, un simple lector de noticias, que jamás va a poner en riesgo su trabajo personal.
No importa que esos audios podía dejar en claro que no hubo violación, o que se podía presumir que no la hubo.
Algo tan importante, dejarlo pasar en silencio periodístico lo desacredita y demuestra lo distinto que ve y siente la tarea profesional de un periodista.
Primero el laburo personal, y segundo el club de los periodistas que hacen del “No te metas” su forma de entender el periodismo.
Me pregunto.
¿Si resolvió no hacer pública la denuncia periodística?
¿Lo entregó en alguna fiscalía para que la justicia pueda investigar?
¿O tampoco se lo entregó a un fiscal?
¿Si la fiscal del caso se enteró que Aldo Silva tenía el video?
¿Por qué no allanó Radio Sarandí?
Estos periodistas son los manejan y manipulan la información, los que están al servicio del sistema y de sus patrones que reciben fuertes sumas de dinero oficial.
