Peñarol tocó fondo hace rato largo, lo que ocurrió hoy con Montevideo Torque es solo lo que podríamos calificar de normal para este plantel y cuerpo técnico aurinegro.
Perder de local, en lo que querían hacer ver como inexpugnable “Campeón del Siglo”, ya es algo que podemos decir no nos extraña.
Peñarol hace rato largo que no juega a nada y que el entrenador demuestra que no tiene opciones para revertir esta situación.
Solo bastaría ver a Larriera al borde de la cancha, serio, mirando el horizonte, sin dar una solo orden de nada.
Sin vibrar, sin reclamar una jugada, sin dar alguna señal que siente lo que hace, bastaría para decirle que se vaya.
Solito con sus GPS, sus números, el recorrido de los jugadores en cancha, lo que él llama “indicadores”.
Terminó el partido con Torque y dijo insolentemente que los “indicadores fueron buenos”.
¿Indicadores buenos?
Entonces los aparatos se quedaron sin pilas, porque no puede haber un solo indicador que le dé un resultado positivo.
No funcionó y fue un tembladeral Menose y Arias en la zaga, dos referentes que sin duda pueden y deben tener muy buenas performances.
Lo de Aguirregaray ya es ridículo.
Se hizo el primer gol que le quedó mirando el número al jugador de Torque. Nunca fue algo fuera de serie, y ahora está en su peor momento, no justifica ponerse la camiseta de Peñarol, a no ser, que por ser el ahijado de Pablo Bengoechea le da ese derecho, solo eso justificaría su retorno al club.
Ramos muy criticado por la tribuna y un sector de la prensa, por lo menos mete y mete, sube y se animó a pedir el penal que convirtió (casi lo ataja Guruziaga).
¡Pobre Gargano! Pobre Mota, tener que jugar con tantos mediocres a su lado.
Es el mejor, pero solo no puede hacer mucho. Gargano es el único que hace jugar a Laquintana, con pases largos, nos da un poco de pena que Gargano esté bailando a su edad y con su trayectoria.
A las juveniles no hay que pedirles que se pongan el equipo al hombro.
Saravia hace lo que puede y es bastante.
Álvarez Wallace igual, Mansilla lo mismo.
Rossi demostró que tiene gran futuro, fue de lo mejor adelante, por lo menos animándose a hacer dos dribling seguidos, un desborde y un tiro al arco que dio en el vertical.
Me gustó Núñez que entró y mostró que quiere y quiere, que no arruga.
Se perdió dos goles cantados por milímetros, estaba ahí, le dieron fuerte y aguantó.
Laquintana si le dan juego, es desequilibrante, pero si se muere de frío, es como que no juegue.
Igualmente en cada pelota que agarra o le hace sacar la amarilla a un rival o mete un centro peligroso.
Hoy por hoy es titular sin duda.
Algún día me van a hacer caso, Ceppellini es contraproducente, para el ataque, es lento, juega el fulbito, toca para atrás, para el costado, pero nunca un pase filtrado.
Es un vende humo, lo dijimos siempre no ahora. Bentancuort mete, corre, salta, le dan patadas de todos los colores, se levanta, sigue, marca la salida, pero…hay un problema grande, PEÑAROL NO JUEGA A NADA:
No tiene una sola jugada preparada.
No tiene sorpresa, no hay algo que pueda verse en la cancha que haya venido preparado de los aromos.
Pareciera que Larriera dice antes de cada partido quiénes serán los 11 titulares y nada más.
Alonso juega poco, pero es frío, muy frío, tiene menos sangre que una lombriz, y ha tenido oportunidades de titular.
Los cambios de Larriera son todo mal hecho y fuera de tiempo.
A este chico Cruz, que sería el sustituto natural de Ceppelini, lo puso a los 92 minutos de juego.
Palacios ya se fue, era el mejor, a pesar de no haber rendido.
El “Rusito” Olivera que pensé lograría la titularidad, no pasó nada.
El argentino que era el cinco cantado, ya se dieron cuenta que no pasa nada.
Peñarol compró mal, si bien se le fueron varios, hay que decir las cosas como son, Bengoechea, Larriera y Ruglio se equivocaron e hipotecaron un semestre y varios campeonatos.
Lo de la Libertadores fue vergonzoso.
Tan desastroso, que ni la Sudamericana como premio consuelo logró.
Están quemando juveniles, tirándose a la cancha mucho antes de lo previsto.
Lo de Viatri lo hemos dicho, es un ex jugador, una vergüenza haberlo contratado para jugar 15 minutos en algunos partidos como dijo el propio Larriera.
Como no le hacían un gol ni al arco iris, lo tuvieron que poner tres partidos seguidos y se desgarró. Rescinda muchachos ese contrato.
Busquet es espantoso, O’Neill anduvo muy bien y lo sacó.
Debieron sacar a Larriera y Bengoechea, pero no lo van a hacer, Ruglio no tiene huevos para eso.
Ruglio está más interesado en los pases internacionales que en el campeonato local.
Hay que cambiar el entrenador, Larriera ya no tiene posibilidades de revertir esto.
Tiene que venir un técnico que sea manya, que sienta la camiseta, que ordene el equipo, que lo pare bien en la cancha y que obligue a los jugadores a poner huevo como pide la hinchada.
Con lo que hay en el plantel, un entrenador es fundamental, con buenos jugadores cualquiera dirige a Peñarol.
Saquen a Ceppelini, pongan a Gargano a armar el ataque con mucho menos compromiso de marca, Laquintana por la derecha, Rossi por la izquierda, Núñez de 9, y van a ver como la cosa cambia en el ataque.
Pero entrenen algo, muestren que en Los Aromos hacen algo.
La responsabilidad mayor de este fracaso se llama Pablo Bengoechea, y se tendría que ir.