La gran pregunta es…
¿Cómo es posible que los políticos en su gran mayoría, de todos los partidos siempre sean reelectos, a pesar de ser delincuentes que viven como reyes con la guita nueva?
La respuesta parece compleja, pero en realidad es bastante sencilla.
La responsabilidad es de la gente común, que han crecido convencidos que para conseguir algo en su vida, depende de la voluntad de un político.
Los que buscan con pasión ser funcionarios públicos para salvarse hasta su jubilación.
Los que entran en el juego de los políticos son víctimas del sistema, los más pobres son esclavos de la casta, dependen de ellos para comer un plato de comida y por lo tanto, se bajan dramáticamente los pantalones por necesidad.
Los políticos, son profesionales de la mentira, manejan sabiamente las necesidades de la gente.
Pasaron 80 años ganando votos sacando jubilaciones con sus acomodados en el BPS.
Pasaron 20 años poniendo teléfonos fijos con tarjetas de políticos.
Pasaron 60 años contratando gente innecesariamente en las intendencias en forma temporaria, pero, luego presupuestando para ser una carga para toda su vida del Estado.
Pasaron 35 años metiendo periodistas en Ministerios como asesores o directores de prensa.
Pasaron 35 años pidiendo en comisión a miles de funcionarios públicos por ideología política, que se transforman en trabajadores políticos pagados por todos nosotros.
Pasaron nombrando embajadores a políticos fracasados electoralmente y lo siguen haciendo.
Pasaron 35 años colocando a familiares en cargos del Estado.
Pero ya los uruguayos no tienen más opciones reales de cambios, han probado con la izquierda y la derecha, y todos los han engañado, les han mentido, les prometieron cosas maravillosas y nunca hicieron nada.
Hay un grupete de hijos de puta que no merecen estar nunca más en un a banca, que no merecen seguir teniendo tantos beneficios y privilegios.
Hay que sacarlos del culo, hay que enfrentarlos, hay que demostrarles que decimos basta.