Mientras cientos de miles de uruguayos sufren la falta de empleo, los bajos salarios, muchas veces miserables, y las jubilaciones de hambre; los políticos están cómodos.
Cobran seguro todos los meses, tienen salarios realmente privilegiados.
Cada Senador recibe por todo conceptos 14.000 pesos POR DÍA loa 365 días del año.
Cada Diputado cobra 12.000 pesos POR DÍA.
Se nombran asesores, hay 540 cargos políticos de confianza, donde ponen a los que le tienen que pagar sus favores políticos electorales mayoritariamente.
Gente que no sirve para nada, como José Amorín Batlle, por haber hecho un acuerdo con Sanguinetti y Talvi, se acomodó como presidente del Banco de Seguros del Uruguay.
Gran salario, auto cero kilómetro con chofer, viáticos, todo pago, y como tiene 66 años, ya con estos próximos 4 años y medios llega la jubilación. Se jubilan por ser políticos, realmente privilegiados.
Lo que está pasando es una catástrofe, y la clase política sigue en el lujo de su Palacio Legislativo lo más campante.
Sacando a comisión a sus amigos, que la mayoría no trabaja y cobra el sueldo.
Todo sigue igual, el verso de las promesas de Lacalle Pou es solo eso, un verso, va a achicar por donde no le llegue a ellos el achique.
46 que no fueron reelectos sigue cobrando 180.000 pesos por mes como subsidio, un robo a mano armada totalmente inmerecido.
Unos fantasmas, que no saben lo que es tener vergüenza.