El resultado de las Elecciones en el Club Atlético Peñarol no dejó de ser sorprendente ya que se preveía en la opinión pública, incluso en los periodistas especializados en fútbol, que Juan Pedro Damiani volvería a ser el Presidente de Peñarol.
Pero vamos a analizar lo que ocurrió para que finalmente esto no hubiera pasado…
En primer lugar Damiani comete varios errores garrafales en su campaña electoral, por ejemplo que demoró demasiado en confirmar su candidatura y después mostró cierta incertidumbre al no llegar a la candidatura con una fórmula a vicepresidente armada y terminada, es así que hubo varios nombres que se mencionaron como posible candidato a vicepresidente de Peñarol acompañando a Damiani.
Finalmente eligió a Tealdi, quien además estaba cumpliendo un cargo en el ejecutivo de la AUF, por lo que debió retirarse de ese lugar para ser la fórmula de Juan Pedro.
Quizás ese no haya sido el error más grande, sino el que cometió con un spot publicitario que realmente fue lamentable desde todo punto de vista.
La agencia de publicidad que le hizo ese spot que vimos en la televisión, en donde aparece detrás del actor contratado la bandera de Nacional y una foto de un equipo de fútbol de Nacional, fue factor determinante para muchos socios, que en las últimas dos semanas mantenían una duda razonable sobre si votar a Damiani o no hacerlo.
Quien vio ese spot pudo asociar sin temor a equivocarme a la soberbia de Juan Pedro Damiani, como un acto de agrande, que no cayó absolutamente nada bien en los socios e hinchas de Peñarol.
Es posible que algún fanático que son más contras de Nacional que hinchas de Peñarol, se hayan sentido identificados con ese spot, pero sinceramente daba muestras claras de que la Elección no estaba definida y que Damiani intentaba como con un manotón de ahogado lograr sacar esa diferencia que necesitaba para ganar la Elección y volver a ser Presidente de Peñarol.
Pero hubo otra circunstancia especial que yo subrayo como el motivo real y práctico por el cual hoy Ignacio Ruglio es el nuevo Presidente electo de la institución aurinegra.
Cuando faltaban 4 semanas, aún no aparecía la candidatura de Damiani y cuando apareció la misma se dijo que Damiani había hecho hacer una encuesta para definir su candidatura y que la misma le había dado un poco más de un 40% de socios que votarían a Damiani si era candidato.
Pero lo que no se dijo fue que esa encuesta también daba números muy gruesos y potentes de la cantidad de socios que jamás votarían a Damiani.
Por esta situación y luego cuando faltaban dos semanas trascendió claramente que la Elección estaba entre 2 candidatos y los demás venían muy lejos en sus pretensiones, se supo que Damiani y Ruglio eran los únicos dos candidatos con posibilidades de ganar.
Ése fue el momento crucial, fue el momento bisagra, ya que muchos socios contrarios radicalmente al regreso de Damiani estaban eligiendo algunos de ellos y otros ya habían elegido, un candidato para que sea presidente, pero especialmente para que le gane a Damiani.
Esta situación dejó en solitario a Ignacio Ruglio, como el único candidato con posibilidades de ganarle a Juan Pedro Damiani la Elección y por ende la Presidencia del club.
Entonces ocurrió lo que ya estaba esperado que ocurra, cientos y quizás miles de socios que habían elegido a los otros candidatos, como Colla, Varela o Evaristo, tomaron la decisión de cambiar su voto y votar a Ruglio con el primer y gran objetivo de no permitir un triunfo de Juan Pedro Damiani.
Y eso fue lo que ocurrió, Ruglio se vio beneficiado por la gran cantidad de socios de Peñarol que cambiaron su voto al saber que el único que le podía ganar a Damiani, o lo definieron si estaban de alguna manera en dudas a quién votar.
No hay más vueltas que darle, simplemente la atracción que significa que un joven de 41 años, con importante experiencia como Directivo durante 6 años, cuyo origen viene desde la tribuna, haya llegado a presidir a una institución tan importante como Peñarol.
Los nombres de Pablo Javier Bengoechea y Gabriel Cedrés eran y son motivo de entusiasmo y esperanza por parte de los hinchas aurinegros y parece que el próximo 16 de diciembre asumirán sus cargos como Directores deportivos de la Institución.
Las declaraciones de Diego Aguirre antes del acto eleccionario en un programa de televisión, cuando dijo que él dirigiría a Peñarol únicamente si Damiani era su Presidente, lo deja preso de sus propias palabras, aunque sorpresivamente el nobel Presidente electo al ser consultado sobre quién va a ser el Entrenador de Peñarol de una lista muy acortada, aparece también la posibilidad de hablar con Diego Aguirre.
Sin dudas de que Aguirre va a conversar y presentar su proyecto, no creo bajo ningún concepto que Aguirre resuelva mantener su palabra hipotecada antes de la Elección y seguramente el nombre de Gustavo Poyet parecería ser muy atractivo para los hinchas de Peñarol.
Lo hemos dicho con anterioridad y lo repetimos ahora, si Mario Saralegui logra en los partidos que faltan éxitos y triunfos, especialmente en el clásico contra su tradicional rival y es un triunfo claro y contundente, puede volver a estar sobre la mesa la posibilidad de realizar un nuevo contrato (extensión) como entrenador de Peñarol.
Pero ésa es una muy remota posibilidad, seguramente un Técnico nuevo y cotizado será el próximo Entrenador del Club Atlético Peñarol.
Con relación a Ruglio, decir que respetamos sus proyectos, pero ya en la primera noche demostró bastante hipocresía, ya que todos estos últimos años no solo fue oposición, sino que también trabó desde afuera el funcionamiento normal que debería tener un Consejo Directivo de una institución.
Su postura de poner la figura de Juan Pedro Damiani casi paternal, sinceramente no me la creo, de ninguna manera y Damiani muestra claramente que no va a asumir como consejero si no lo hiciera como Presidente, por lo cual su suplente ocupará el lugar que va a dejar Damiani libre.
El verso que será consejero de Ruglio, no se lo cree nadie y seguramente esa promesa de cada 15 días ir a la casa a conversar con Damiani por parte de Ruglio se va a ir esfumando rápidamente en los primeros meses.