Una de las grandes estafas financieras que existen en el mundo, son los préstamos de dinero a cualquier usuario.
Nos vamos a referir al Uruguay y voy a comenzar este análisis con un ejemplo claro y contundente.
Una financiera cualquiera te presta $ 22000 pesos y te ofrece pagarlo en 12 cuotas de $ 3300 pesos cada una.
En el total del año, cuando terminás de pagar el crédito, de los $ 22000 que recibiste, terminás abonando $ 39600 pesos.
Fíjense ustedes que la diferencia de dinero entre lo que te prestaron y lo que terminaste pagando, es de $ 17600 pesos de intereses en ese año que pasó.
Me he preguntado muchas veces si ese interés es legal, o por lo contrario se trata de un delito de usura que cometen las financieras que te prestan dinero.
La respuesta técnica con quienes me he asesorado, es que está al límite de la Ley de Usura aprobada en el Parlamento y controlada en el cumplimiento por el Banco Central.
Por supuesta que nuestros lectores se estarán realizando la misma pregunta que yo me hice cuando me enteré de que era legal, ¿en qué estaban pensando los Diputados y Senadores de nuestro Parlamento cuando aprobaron una Ley de Usura que permite que pueda existir casi un 100% de intereses corridos en un año por un préstamo de dinero?
En realidad no sé en qué estaban pensando, pero sí puedo decir con absoluta claridad, que no pensaron en el tremendo daño que le estaban haciendo a las clases más necesitadas del Uruguay que viven prácticamente pendientes de lograr un préstamo de dinero para poder seguir viviendo con un poco de dignidad.
También recurrimos a distintas financieras en varios Departamentos de nuestro país y lo primero que observamos, es que esas casas en donde prestan dinero son las únicas que tienen colas de gente esperando para ingresar.
Aprovechando esas colas de personas que esperar su turno para pasar a pedir plata prestada, es que resolvimos conversar con algunas de esas personas que nos permitieron iniciar un diálogo.
La única pregunta que le queríamos realizar a esos futuros clientes de las financieras, es conocer cuál era el destino que le iban a dar a ese dinero que seguramente estaban a pocos minutos de prestarles.
La sorpresa fue mayúscula cuando el 70% de las personas consultadas nos decían claramente que eran para “tapar agujeros”.
Claro que nos preguntamos cuáles eran esos agujeros que mencionaban al unísono y colectivamente cada persona que entrevistamos en las ciudades de Maldonado, Minas, Florida y Colonia.
Increíblemente también, por lo menos para nosotros, la respuesta se fue repitiendo en forma casi idéntica en todas esas ciudades.
“Yo vengo a pedir $ 20000 pesos prestados para pagar las dos facturas de UTE que se me juntaron y ya tengo fecha de corte”, otros nos explicaban que el dinero iba destinado a pagar otras cuotas de otras financieras que tenían créditos pendientes, ya que si no lo hacían seguramente los enviarían al Clering de informes y como se dice comúnmente, eso representa la “muerte civil”.
Queda claro que en el Uruguay si no tenés crédito y entrás en el Clering de informes, ya no tenés posibilidades de usar tarjetas de crédito o acceder a dinero en cualquier financiera y eso te corta las piernas definitivamente.
Es por eso que llegamos a la conclusión de que prestar dinero en el Uruguay es sin dudas el mejor negocio que existe.
Lamentablemente esta situación que está en conocimiento de las autoridades del Gobierno de turno, no puede ser cambiada porque a su vez el propio Estado uruguayo juega un papel similar a la de cualquier ciudadano, dependiendo del crédito internacional para poder llegar a fin de mes.
Esto demuestra claramente que el poder del dinero y del capital se han apoderado no solo de la vida de cada uno de nosotros, sino que también de cada uno de los países del tercer mundo, que dependen exclusivamente para poder cubrir su presupuesto anual, del crédito internacional que se puede llamar Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, e incluso la venta de bonos y letras del tesoro uruguayo, que son muy apetecibles para aquellos buitres que los compran a sabiendas de que es un gran negocio con intereses caros y seguridad de cobro.
Seguramente en otro análisis la semana que viene, podremos ingresar a las posibles soluciones para poder salir de este círculo vicioso que indefectiblemente nos lleva a cada uno de los uruguayos y al propio país a la ruina financiera y la caída de cientos de miles de uruguayos a la peor pobreza.
