Cuando veo a Luis andar por lugares públicos y mucha gente le pide para sacar una selfie, no le encuentro una explicación lógica.

Cuando veo a Mujica decir cualquier barbaridad y mucha gente se lo festeja, no le encuentro una explicación lógica.

Cuando veo a Sanguinetti seguir siendo el líder de toda la derecha uruguaya, no encuentro una explicación lógica.

Les digo que me hago muchas preguntas, y aun no puedo encontrar una respuesta lógica.

Si los políticos profesionales, han sido responsables de condenar a cientos de miles de uruguayos a una vida indigna.

¿Por qué no se dan cuenta?

Veo un fanatismo increíble, jovencitos jugando a ser políticos, corriendo atrás de personajes nefastos.

Me pregunto:

¿No será que los responsables no son ellos?

¿Que la responsabilidad es de la gente que cayó en la trampa?

Porque es una trampa, algo muy pensado y muy bien hecho.

Durante décadas, desde antes de la dictadura cívico-militar, nos acostumbraron a que nada vamos a lograr, si no se lo pedimos a un político.

Dependencia total para todo, absolutamente para todo.

Hay una especie de hipnosis colectiva.

¿No se dan cuenta que, con los mismos de siempre, vamos a estar como siempre o peor?

¿Qué cada cinco años, nos hacen las mismas promesas maravillosas y nunca llegan a la gente sus promesas?

Que le han vendido el alma al diablo.

Que no les interesa en lo más mínimo la gente más humilde, ni los trabajadores, ni los jubilados, ni los pensionistas.

Si no  hay un cambio de mentalidad, si no se toma conciencia de la realidad, nunca podremos ser felices y vivir con dignidad.

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