Por Roberto Lazar.-

Murió de tristeza, de dolor emocional, igual que mueren los cónyuges muy ancianos cuando después de 50 o 60 años de matrimonio, siendo ambos muy viejitos, se muere casi en seguida el otro, de tristeza, de dejarse morir.

La droga cuando es una adicción, es una anestesia al dolor emocional que el adicto tiene.

Hace 30 o más años Maradona venía tapando ese lobo aullante de dolores emocionales no resueltos con droga, le quitaron la droga y no supieron entender que después de taaantos años de no tener la práctica de saber cómo enfrentar el dolor emocional (que requiere mucho más coraje, que el coraje que se necesita para enfrentar a tres defensas y pasar entre ellos con la pelota dominada gambeteando) todos los fantasmas no resueltos de una vida mal vivida en muchos sentidos vendrían a morderle el alma.

Uno de los más grandes dolores emocionales que se puede tener es la sensación de ser un fraude.

Cuando te ponen encima una imagen que vos en el fondo sabés que no te corresponde, te sentís un fraude que tiene que vivir el papel falso que los demás exigen que vos tengas.

Argentina sufrió una enorme humillación cuando perdió la guerra de las Islas Malvinas contra Inglaterra.

Y millones y millones de argentinos recuperaron el sentido del honor cuando Maradona, él solito, le metió esos dos goles a los ingleses y los derrotó saliendo así campeones del mundo.

Desde ese momento Maradona dejó de ser una persona para convertirse en un símbolo, como San Martin, como Perón, que no son vistos como «personas» sino como «salvadores de la patria» por millones.

Pero una persona es una persona, no un salvador de la patria, y cuando sos puesto en bronce en vida, hay que tener un temple muy especial para poder sobrellevarlo y Maradona era frágil, emocionalmente hablando, y se le pudrió el alma desde adentro aceleradamente cuando lo dejaron de «ver» como persona y lo veían como «símbolo patrio».

Por eso es taaan importante el crecimiento personal, ese que Maradona no tenía, porque no importa qué talento tengas, qué cantidad de dinero sepas ganar, la felicidad (lo opuesto al dolor que requiere ser tapado con drogas) requiere poder sanar las heridas emocionales, que si no lo hacés no solo te puede quitar felicidad, sino también enfermarte y hasta matarte (o hacer que te dejes morir).

 

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