Después de 9 años, Marcel Novick dejó Peñarol, quizás no sea el titular de ningún diario, pero nosotros queremos titular que se fue un caballero del deporte, un líder, una buena persona.
Creo además, que debió haber jugado mucho más en la cancha, porque si bien no va a reclamar nada, ni nunca salió a la prensa a decir que quería jugar, es justamente por su educación.
Todos van a recordar aquel gol a Nacional seguramente, con la nuca, pero Novick dio mucho más aun sin jugar.
En los últimos tiempos ya no lo tenían en cuenta los entrenadores, pero especialmente, creo que el entrenador que le faltó el respeto fue Diego Forlán, cuando llegó y no lo quiso llevar a realizar la pre temporada a Estados Unidos.
Con eso lo relegó, y lo dejó sin chance de entreverarse en el plantel.
El único que lo visualizó como importante dentro de la cancha fue “El Polilla” Da Silva, que en sus dos períodos en Peñarol fue campeón uruguayo con Novick de titular.
Para mí queda claro, que no solo las condiciones futbolísticas son determinantes, también la educación, el respeto y los valores de un ser humano aportan y mucho.
Este es uno de esos casos.