Estamos proponiendo tener una forma y un diálogo diferente, distinto con las localidades de nuestro departamento. Con sus autoridades, con su alcalde o alcaldesa, con sus Concejos, y también con las organizaciones que tenemos en el interior del departamento”, afirmo Marco García en un programa radial, así mismo enfatizo “el intendente y su equipo deben tener instancias frecuentes con todas las localidades del departamento”.
Bien, parece que estos señores políticos son de memoria corta, veamos brevemente quien es Marco García.
El Ingeniero Marco García debuto políticamente en la administración del ex Intendente Julio Pintos, como Director de Obras, siendo una de las peores direcciones y quien culmino su periodo de gestión con un gran déficit en el tema calles.
Se dice que, en la interna del Frente Amplio, muchos lo responsabilizaron de ser parte de la derrota del partido, es más hasta la fecha no es el candidato con mayor simpatía entre el núcleo más radical de la coalición de izquierda.
Reaparece de la mano del veterano dirigente Jorge Dighiero en la administración Caraballo, pasando a ocupar el cargo de Director General de Servicios hasta el mes de febrero de 2019, donde a partir del 1° de marzo de ese año asumió el cargo de Secretario Técnico de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), un cargo de confianza con un contrato a tres años, renovable.
¿Que dejo su gestión como Director General de Guillermo Caraballo?, hay algunos “compañeros” que dicen que, como un vil animal roedor, abandono el barco antes de que se hunda, otros dicen que Guillermo ya no lo quería más en su equipo ya que desde la Dirección le venia haciendo sombra y que por un momento se sintió que había 2 intendentes y por eso elegantemente se lo saco de encima.
Claro que eso fue el corrillo y chismerío que corrió como reguero de pólvora en los pasillos.
Pero el dato objetivo es que dejo un BASURERO a cielo abierto y no pudo con el manejo de los residuos, motivo que lo llevo a ser llamado a la Junta Departamental donde se limitó a mentir para cubrirle las espaldas a su compañero de filas el ex intendente Caraballo.
Solo basta visitar el Basurero de Paysandú para corroborar el gran fracaso de Marco García.
Pero así y todo el Frente Amplio lo premió, ya que perfilaba como uno de los tres candidatos a la Intendencia y lo coloco en la CARU con un sueldito de 8000 (ocho mil dólares)
Hoy ya como candidato, se ha dedicado a construir un discurso conciliador y de acuerdos y rechaza la idea de que en esta campaña no se estén haciendo propuestas y asegura que su comunicación con los ciudadanos está sustentada en la presentación de ideas que se retroalimentan en esos intercambios.
En este sentido también anunció el compromiso de impulsar “la transformación de la Intendencia” en procura de “acercar la herramienta Intendencia de Paysandú a la gente.
Pero la pregunta que nos surge: es si es un candidato de propuesta , de dialogo ,¿ porque cuando el Intendente Mario Díaz lanzo el disparate del Fidecomiso que endeudaría a la administración por casi 24 años, fue el primero en salir al cruce y desmarcarse de ese absurdo ¿, habla de dialogo de transformar la intendencia y habiendo sido uno de los actores más importante de la gestión Caraballo , no tuvo la capacidad de DIALOGAR con el intendente sobre este tema, o sea si fuese electo Intendente, ¿tendrá capacidad de dialogo con los demás actores políticos?.
¿Sera capaz de generar acuerdos políticos? O solo ha incorporado este discurso como muletilla de campaña.
Hoy lo escuchamos afirmar:” ¿Qué serán necesarios acuerdos políticos?: sin dudas. ¿Qué será necesario lograr mayorías en la Junta Departamental para implementar esos cambios?: también. Lo mismo que tener espacio de diálogo y trabajo conjunto con los funcionarios. Nosotros lo estamos proponiendo con convicción y vamos a defender esta idea porque lo consideramos necesario”.
Marco, Marco, entonces que pasó o que cambio desde que dejó de ser el Director Genera a ahora, ya que, junto a tus socios de la coalición de izquierda en la Junta Departamental, ninguneaste a los partidos de oposición y el único dialogo posible fue algo así como mirarte al espejo y aplaudir esa verdad disfrazada de una recuperación del basurero que hoy ante los hechos diríamos que fue otra mentira más.
En fin, comenzó la carrera electoral y Marco García es uno de los trompos que baila en torno al sillón rojo.