Él es un hombre que día a día lucha por aquello que no está de acuerdo, por todo lo que quisiera cambiar y que muchas veces lo deprimen y lo ponen con dudas si vale la pena luchar tanto y correr tantos riesgos: Cuando tiene sus momentos de meditación el resultado es siempre el mismo, seguir en su lucha y no bajar los brazos aunque le cueste muchas lágrimas. En su lucha no tuvo ese apoyo importante que es para toda persona, el de su padre y hermanos, no tengo dudas que eso lo habría llenado y le habría dado más fuerza y coraje en su batalla, pero por cosas de la vida él eso no lo tuvo por ser como es, por decir las cosas a su manera y querer imponerse a todo lo que para él no es justo. Un día por cosas de la vida el destino hizo que nuestros caminos se cruzaran, éramos dos vidas completamente diferentes, cada uno con sus virtudes, sus defectos, quizás en aquel momento en que se conocieron tenían distintas formas de ver la vida.
El compartir varias horas de trabajo y conocer parte de las preocupaciones de cada uno, hizo que por cosas de la vida entre ellos naciera una linda amistad, pero luego, el destino les jugó una linda pasada, cada uno puso lo suyo y construyeron un hermoso e indestructible imperio. Sus seres mas queridos para él, hicieron mucho para interrumpir esa relación, pero al final tuvo la aceptación, porque lo que ellos sentían era más fuerte que cualquier impedimento. Muchas veces entre ellos las palabras están demás, han llevado una vida de muchos cambios, pero aún quedan muchas sorpresas y cosas por hacer. Este año estamos llegamos a nuestros 40 años de puro amor, de compartir tantas cosas hermosas que nos han llenado de felicidad, también estuvo todo aquello que por cosas de la vida nos hizo vivir momentos muy dolorosos llenos de dolor, que dejaron heridas difíciles de cicatrizar. Hoy con sus 68 años lo veo firme, decidido como siempre, con esa fuerza y ganas de seguir proyectando cosas para nuestras vidas. Pido a Dios lo guíe para que todo aquello que haga sea con un final positivo, que mantenga por mucho tiempo más esa lucidez de siempre. Me siento orgullosa por tener este esposo que la vida me consagró, quiera Dios que nuestro amor perdure y que cuando nos llegue la hora de partir sea sin sufrimientos, pero de ser lo contrario entenderemos que eso es parte de las cosas de la vida.
No han sido 40 años solo de convivencia, sino que existe la comprensión, el aguante, la franqueza, la confianza, pero lo más importante es que realmente existe el verdadero amor, eso hace que veamos la vida en positivo y que proyectemos juntos muchas cosas que tenemos en mente. Esperemos que aún tengamos el tiempo suficiente para todos nuestros sueños. Hoy disfrutamos el presente y agradecemos cada nuevo día que nos toca vivir, sabemos que el mañana puede ser con sorpresas desagradables, pero entendemos que son parte de las cosas de la vida. Seguiremos unidos como hasta ahora para enfrentar cualquier obstáculo que haya, nos apoyaremos uno al otro y nos daremos la fuerza necesaria en el momento que la necesitemos. Son 40 cumpleaños que los pasamos juntos, no importa dónde, ni cómo, lo que nos interesa es estar juntos y en paz, ojalá tengamos por delante varios cumpleaños más unidos por el amor. Lo que pido para Jorge es una muy buena salud en los años que le queden de vida, que esos años sean de felicidad, y que viva en paz. Que en cada cosa que haga tenga la suficiente claridad para hacerlo de la mejor manera, que siempre encuentre una respuesta a su pregunta, pero cuando vea que algo se le complica y que no tiene el final que esperaba, deberá entender que así son las cosas de la vida y que siempre estaré junto a él para apoyarlo y acompañarlo en todo, como lo hemos hecho a lo largo de prácticamente toda nuestra vida.