¿Estamos en el horno?
Recientemente escuchaba las declaraciones de una muy conocida médica, que explicaba que las emergencias se saturaron, que las emergencias también, y que proponía que aquellos que claramente están con los síntomas no haga falta hacerse un test y clínicamente ser diagnosticados con Covid.
Nunca había escuchado una barbaridad semejante, resulta que ni siquiera te haces un test y si estas resfriado, con dolor de garganta y te duele el cuerpo, ya tenés Covid y listo.
Hace algunas horas, un entrenador de fútbol uruguayo en Perú (Gregorio Pérez) se sintió mal, tenía algunos de esos síntomas, creyeron era Covid, y cuando lo llevaron a una clínica resulta que era un grave problema cardíaco, que si no lo hubieran tratado, seguro se moría.
Estamos regalados, en manos de Dios, porque para tener una buena atención, hay que tener algún contacto y como siempre apostar al amiguismo.
La telemedicina es un curro fenomenal, algo que de verdad no tiene pies ni cabeza.
A mí me llegó a atender por teléfono un oculista y mandarme unas gotas, sin verme, solo escuchando mi explicación por teléfono.
Ahora incluso que transité el virus de Covid, un médico me hizo un seguimiento cada 48 horas.
Las conversaciones eran las mismas preguntas.
¿Tuvo fiebre?
¿Le duele la garganta?
¿Tiene mocos líquidos?
¿Le duele el pecho?
¿Le falta el aire?
En ningún momento me consultaron si tenía un aparatito para medir el oxígeno en sangre, y cuando medía.
Te preguntan y te dicen que lo llamamos en 48 horas, pero antes de cortar repiten algo de memoria aprendido… “Si le llega a faltar al aire, o le duele el pecho o alguna puntada, no dude en llamar a la emergencia”.
Y luego que un día no tienes síntomas, esperan 48 horas y te dan el alta.
Por supuesto que no te pagan un test negativo final que te de la seguridad que ya no contagias.
Si lo quieres hacer, hay que pagarlo aparte.
La gran cantidad de contagios, algo que cualquier persona podía presumir iba a ocurrir, hace que la atención médica de la salud pública y privada sea absolutamente deficitaria.
¿Eso no lo sabía el Doctor Salinas y su equipo?
¿Eso no lo sabía el Dr. Luis Lacalle Pou y su equipo?
Claro que lo sabían, pero se venía la temporada y no se podía pinchar.
Es por eso que lanzaron ahora un nuevo spot de publicidad masiva, pidiéndote que te des la tercera dosis.
Están jugados a que todos se contagien y que se mueran lo menos posible.
¿Los no vacunados?
Simplemente que se jodan es el pensamiento de las autoridades.
Debieron prever lo que está pasando y lo que va a pasar dentro de 30 días, que todo estará saturado y muchos se van morir sin atención médica adecuada.
Política, más mandato de los organismos internacionales, premio a Arbeleche, destaque del presidente a nivel internacional.
Estamos peor que Argentina y Brasil en números reales.
Ahora están negociando cómo sacar del país a los miles de turistas contagiados que no podrían ingresar a su país porque no tienen un test negativo con 72 horas de antelación.
Para evitar el caos, pasarán la frontera contagiados encerrados en sus autos.
Totalmente ridículo e innecesario.
El gobierno que está tan afín a pedir plata prestada, vender bonos del tesoro, no me hubiera puesto de mal humor, que nos presten dinero para ayudar a los comerciantes y negocios que viven del turismo.
No cobrarles la factura de UTE, de ANTEL, de OSE por un par de meses.
Han robado tanta plata, que endeudarnos para ayudar a los comerciantes y funcionarios del turismo, no me hubiera preocupado tanto.
Lo que se viene, es delicado, y hay responsables.
“A veces no tomar una medida es tomar una medida” frase célebre de nuestro presidente.