Muchos amigos nos han impulsado permanentemente a seguir adelante con esta locura colectiva que es el semanario “El Bocón”.
Ocurre que el desgaste siempre se hace sentir y uno llega a ciertos momentos de su vida en que tiene que pensar un poquito en otras cosas, que no es solamente sus ideales y sus objetivos. Pero hoy quiero realizar una reflexión sobre lo que ha significado el semanario “El Bocón” en tantos años de lucha desigual contra un poder que le molesta y que lo quiere silenciar.
Muchas veces me pregunto a dónde iría toda esa gente que permanentemente y día a día nos llaman por teléfono y se entrevistan con nosotros porque quieren hacer una denuncia por alguna injusticia que les está ocurriendo. La mayoría de esas personas, cuando llegan nos dicen prácticamente lo mismo y lo reiteran una y mil veces, dicen que fueron al diario “El País”, o el matutino “La República”, o estuvieron en tal radio, o tal canal de televisión para denunciar eso que ahora vienen a nosotros y que en esos medios de comunicación, o algunos periodistas le dijeron que no podían recibir esa denuncia porque les crearía inconvenientes de una u otra forma. Gente que nos ha contado con lujo de detalles que fueron a un canal de televisión y hasta le llegaron a hacer una entrevista filmada con las cámaras en la puerta del canal para ser pasada en el informativo central y luego miraban en el informativo un día, dos, o tres y nunca aparecían con lo que habían dicho en su momento. Luego iban de vuelta al canal, hablaban con el periodista, le preguntaban por qué no había pasado la nota y la respuesta era siempre la misma, donde manda capitán no manda marinero, entonces el dueño del canal, el permisario de la onda televisiva, había resulto que ese tema no se ponía al aire porque lo perjudicaba económicamente, ya que eso no le iba a permitir seguir teniendo una propaganda oficial como tenía y poco a poco el crecimiento del semanario “El Bocón” en todo el país, pero muy especialmente en Montevideo, fue porque nuestro semanario te permite hablar sin ningún tipo de restricciones, inclusive sin preguntarte muchas veces cuáles son los temas que querés tocar, o cuáles son las personas que vas a nombrar.
Muchas veces el verdadero impulso para seguir adelante nos lo da la gente, esa misma gente desamparada que no encuentra un lugar donde protestar, en donde reclamar. También hay gente de mucho poder que se arrima a nosotros para darnos información y lo que hace es querer joder a otro, usarnos contándonos hechos de corrupción, o jodas que hay en todos lados, porque de esa manera si nosotros lo publicamos ellos se benefician personalmente, o por lo menos logran vengarse de aquel enemigo, pero normalmente son tan delincuentes como a los que denuncian y eso nosotros lo sabemos, pero también nos valemos de esa información porque nuestro objetivo siempre ha sido poder desenmascarar a esa manga de delincuentes que se encuentran gobernando el país circunstancialmente y que nos roban a todos los uruguayos, no solo la ilusión y la calidad de vida que deberíamos tener, sino que también nos roban nuestro dinero, nuestro patrimonio y no tengo la menor duda que estamos fundidos financieramente justamente por lo tanto que se ha malgastado, despilfarrado y robado en nuestro país.
Muchas veces confieso, me pregunto si podré seguir por mucho tiempo, porque los años no vienen solos, la salud no ha sido la misma de siempre, sino que he tenido algunos inconvenientes y me he cargado en los hombros la enorme responsabilidad de seguir adelante y de enfrentar a todos estos poderes que normalmente los vemos en la televisión como grandes señores vestidos impecablemente y por dentro no son otra cosa que una mierda, la última porquería humana, que solamente por poder o por dinero están en ese lugar y se disfrazan de empresarios, de asesores, de gobernantes y de legisladores, cuando en realidad reitero, son la última porquería que existe en la tierra.
Pero son los dueños del país porque hacen gárgaras con las elecciones y hasta se jactan de vivir en Democracia, ¿Qué es la Democracia? ¿Cómo puede uno hablar de Democracia, cuando los medios de comunicación están absolutamente limitados, comprados y parecen en muchos casos verdaderos mercenarios al servicio del dinero público? ¿Hablamos de libertad de expresión? No me vengan a joder con esto, que eso lo saben muy bien y uno de los principales damnificados soy yo personalmente, que ningún medio de comunicación levanta una sola noticia de la que publicamos en “El Bocón”, que cuando dimos la noticia de que el Maestro Tabárez era el amante de la empleada doméstica Natalia González hacían cola llamándonos por teléfono y yendo hasta nuestra propia casa los principales comentaristas deportivos para conocer los detalles, pero jamás ninguno de ellos se animó a decir una sola palabra en los importantes medios de comunicación que tenía.
O cuando pusimos que al Contador Gómez Cannon lo habían suicidado y explicamos todo lo que él declaro y nos dijo con lujo de detalles, se borraron poniendo en sus paginas que Eduardo estaba mal de la cabeza, que era bipolar y que se había tirado al mar a suicidarse.
Acá en este país todo se destapa, sino que alguien me diga por favor qué pasó con el caso del Contador Feldman y su artillería pesada de armas que se encontraron en ese depósito en su propia casa. Que alguien me diga por qué al hombre lo acribillaron a balazos cuando en realidad era solamente esperar a que se entregue, o se suicide, pero no había que haber entrado a la fuerza y casualmente el Juez Díaz, que era quien llevaba adelante el procedimiento, un amigo de la casa del Frente Amplio, luego es bendecido nombrado como Fiscal de Corte, sacándolo del Poder Judicial e integrando el Ejecutivo rápidamente.
Tantas cosas que han pasado en el correr de tantos años, tantas injusticias que se han cometido y se siguen cometiendo, sin lugar a dudas que por un lado nos hace sentir orgullo personal de haber soportado todos los agravios y discriminaciones que hemos sufrido durante casi 25 años, por otro lado debo confesar que el cansancio está sobre mis hombros y la angustia de contaminar a mi querida esposa Mirtha, muchas veces me agobia.
¿Qué sería de tantos miles de compatriotas sin que existiera el loco de “El Bocón”? Seguramente las últimas voces que se animan a gritar fuertemente las injusticias que sufren, se silenciarían definitivamente. Reitero que me siento orgulloso y agradecido mientras viva a todos aquellos suscriptores, especialmente de Rivera y de Minas, que durante todos estos años han estado recibiendo el semanario en sus casas y a cada uno de aquellos en todo el país que lo compran en un kiosco semana a semana, estaré eternamente agradecido Y SEGUIRÉ LUCHANDO HASTA MI ÚLTIMO SUSPIRO.