Los tiempos han cambiado, ya no hay grandes ventas de jugadores y menos aún con chicos jovencitos que son cotizados por Peñarol en 20 millones de dólares.
Ruglio es un gran vendedor y muchas veces lo que vende es humo. Tanto dijo que tenían muchos que preguntaban, que había interesados, que tal o cual equipo de Estados Unidos había hecho una oferta, pero que la consideraban muy por debajo de lo que Peñarol pretende, eso es vender humo y captar distraídos.
Si venden a “El Canario” en 20 millones de dólares, yo prometo irme caminando de Montevideo a Artigas.
Son chicos muy jóvenes, que han hecho todo bien, que mostraron grandes condiciones, que tuvieron la suerte (¿Suerte?) de ser designados por Tabárez y jugar en la selección mayor.
Pero aún están verdes, les falta para estar preparados para ir a jugar a Europa.
Si van, terminan no jugando, y perdiendo años de aprendizaje. Un buen ejemplo similar es Pellistri, que ya hace un año que se fue a Inglaterra y no ha jugado un solo partido, lo dieron a préstamo a un equipo español que terminó bajando de divisional y tampoco ha podido lograr continuidad.
El negocio del fútbol uruguayo es vender juveniles, que están verdes para poder subsistir un año más.
Pero en las cifras que están hablando, ni loco lo pueden lograr.