De acuerdo a fuentes muy cercanas al presidente Lacalle Pou, que tenían trato diario con Astesiano, no sería nada improbable que el ex jefe de la guardia de seguridad presidencial, sea utilizado para realizar diferentes trabajos especiales.
¿Cuáles serían esos “trabajos especiales”?
Algo que se viene repitiendo a lo largo del tiempo en diferentes países del mundo, realizar investigaciones y utilizar mecanismos del Estado para conocer mucho de diferentes personas con diferentes intereses.
Inteligencia le llaman, y habría ocurrido posiblemente durante los tres gobiernos del Frente Amplio.
¿Nadie se preguntó por qué el extinto presidente Tabaré Vázquez nombró a su propio hermano, de profesión enfermero, en lugares estratégicos de narcotráfico y ministerio del interior?
En este gobierno, Astesiano fue colocado en ese lugar clave por el presidente Lacalle Pou, a pesar que el ex ministro fallecido Jorge Larrañaga, lo había advertido de los antecedentes.
¿Cuál era el interés de Lacalle Pou para tener a un delincuente a su lado y de su familia?
Sin duda que debería haber un interés superior, algo que pareciera imprescindible para nombrarlo y luego tener que mentir ante la vista de todos, diciendo que había dos fichas de antecedentes, cuando en realidad, el propio Lacalle Pou había visto los antecedentes en la ficha que le entregó Larrañaga en manos propias.
Ya hay un caso de espionaje realizado por Astesiano a una empresa privada, casualmente a los dos senadores más críticos de la gestión de este gobierno y que eran frontales en contra al increíble acuerdo realizado en el puerto de Montevideo con la empresa de contenedores a 60 años.
También hubo un caso de espionaje realizado por Astesiano a pedido de Lacalle Pou con su propia esposa.
Eso está probado, lo declaró Astesiano y la fiscal del caso lo dejó pasar por alto.
Astesiano se comunicaba con el guardia personal de la ex esposa de Lacalle Pou en pleno aeropuerto para conocer si viajaba Loly, ¿a dónde viajaba y con quien viajaba al exterior?
Ya han pasado casos similares en gobiernos de América, como ocurrió con Néstor Kirchner, que tenía un “Guardian” en casa rosada y el encargado de espiar llamadas se tomó para sí el negocio y chantajeaba a figuras de la farándula argentina.
Luego este sujeto huyó al ser descubierto a Uruguay y de acuerdo a lo que me dijo personalmente, fue “contratado” por dirigentes del Frente para continuar su “trabajo” en el Uruguay.
Todos recordamos el diálogo de Beatriz Argimón con aquel muchacho que le reclamaba la plata que le debía el hijo de Argimón.
El tono de amenaza, tipo magia de la hoy vicepresidente fue notorio.
Y ella en el diálogo con Cristino (así se llama), le confiesa que todas las llamadas se escuchan y luego al final del día se analizan.
Incluso le habla del “dealer de Luis”.
¿Acaso el presidente se sigue drogando como confesó lo hacía siendo más joven, y tiene un dealer?
Todo muy turbio y sospechoso.
Pero, cayó como un balde de agua fría para la población escuchar a la ex fiscal decir que no se puede investigar al presidente y vimos que le perdonó la vida cuando lo tuvo entre las cuerdas.
O escuchar al ex Director de fiscalía Dr. Jorge Díaz decir que no se puede investigar la posible relación del sistema político con el narcotráfico.
Sin duda que estamos en el horno si esto es como dicen los ex fiscales.
Hay gente con poderes y que cuenta con una justicia paralela al parecer.
Y como punto final, ver como la oposición, en este caso el Frente Amplio, no hace nada, tuvo todo para pedir un juicio político al presidente y no lo hizo y solo gritan titulares en el parlamento.
¿Hay un acuerdo con los multicolores por parte del Frente Amplio de no agresión de verdad?
Porque hasta ahora han sido fuegos artificiales ante hechos realmente increíbles que han pasado de corrupción en este gobierno.
Tenía razón Villanueva Saravia cuando dijo que un gobierno de Lacalle sería un gobierno bajo sospecha de corrupción.
Claro…ahora vale para el hijo, que como dije antes de ser electo, es aún peor que el padre y la madre.