Cuando tenía 19 años se casó, con el tiempo tuvo cuatro hijos, dos mujeres y dos varones.
No era un mal hombre, pero por cosas de la vida tenía un gran defecto, no le era fiel asu esposa.
Mientras vivía con su esposa e hijos, tuvo una extra relación que duró un largo tiempo. Cuando no trabajaba repartía sus horas para estar con la madre de sus hijos y con su amante.
Por cosas de la vida, la otra quedó embarazada y a los nueve meses nació su hija, a la cual le dio su apellido.
Cuando la esposa se enteró de lo sucedido, la relación matrimonial se complicó y terminaron separándose.
Él se fue a vivir con la otra y con su pequeña hija que había nacido. Cuando él se fue de la casa, sus hijos aún eran pequeños, la más chica tenía apenas un añito.
Sin ningún problema formó su nueva familia y así vivió por cuatro años, ya que después de eso, por cosas de la vida volvió a separarse dejando a su hija.
Su ex esposa cuando se separaron no fue una buena madre, ya que a sus cuatro hijos les dio diferentes destinos.
Por cosas de la vida separó a los hermanos, dos de ellos se los dio a la abuela paterna para que los criara y a los otros dos más grandes se los dio a distintas familias.
Sin dudas que esa madre por la forma en que actúo, no tendría un gran amor por sus hijos, o fue muy cobarde y no se sintió capacitada para cuidar de ellos.
Tanto la mamá como el papá hicieron sus vidas sin importarse por la crianza de sus hijos. Él iba seguido a verlos, pero luego, por cosas de la vida renunció a ellos.
Sus cuatro hijos crecieron y por muchísimos años no supieron nada de su padre. No recordaban su rostro, ya que eran muy pequeños cuando dejaron de verlo.
Lo lamentable de esto es que estos padres por cosas de la vida separaron a los cuatro hermanos, no fueron lo suficientemente inteligentes como para poner fin al matrimonio sin la necesidad de separar a los niños.
Cada uno de ellos crecieron e hicieron sus vidas y por cosas de la vida, formaron sus propias familias, hoy ya son madres y padres, y cada uno cuidan de sus hijos.
Hoy esa madre que un día por cosas de la vida, regaló a sus cuatro hijos, tiene 75 años y ese padre 79.
Ella hoy vive sola, ya que hace algunos años quedó viuda, él vive con quien es su esposa de hace más de treinta años.
Por cosas de la vida él se casó con una señora viuda que tenía cinco hijos, a los cuales prácticamente él los crió.
Por cosas de la vida, este padre no crió a ninguno de sus hijos de sangre, pero sí fue padre de los cinco hijos de su tercera esposa.
Por cosas de la vida, ninguno de sus cinco hijos biológicos, tuvieron la suerte de tener el amor de un padre y fueron carenciados de algo tan importante en la vida de un niño.
Así es la vida, no elegimos a quienes serán nuestros padres, y muchas veces llevamos nuestra vida adelante, con traumas, que por cosas de la vida nos ocasionan ellos.
Estos cuatro hermanos que crecieron separados, el destino hizo que de grandes se reencontraran y hoy pueden compartir parte de las cosas de la vida, incluyendo a la hermana de la mujer que fue la responsable de que vuestro padre un día, por cosas de la vida se alejara de ellos. Los cinco tienen una buena relación y entienden que ellos no son responsables de los errores de sus padres.
Ellos al día de hoy, por distintos lados ven a sus padres que han envejecido y que han vivido sus vidas sin tenerlos en cuenta.
Para ellos son sus padres biológicos, otra cosa no pueden decir, ya que lo único que les dieron, fue la vida y el apellido.
Ellos entienden que no haber tenido la suerte de tener buenos padres, es parte de las cosas de la vida.