Muchas veces he dicho que la gran mayoría de los legendarios legisladores políticos del Uruguay, merecerían una posibilidad en la Comedia Nacional.

Son grandes actores, que serían capaces de protagonizar comedias o dramas sin ningún tipo de problemas.

Toda la vida se ha pasado actuando.

Tienen un discurso para cada oportunidad.

No tienen ningún problema en hablar ante un grupo de gente que vive en un asentamiento o tomando un escocés en José Ignacio junto a un grupo de empresarios híper millonarios.

Incluso manejan los detalles más impensados, como por ejemplo la vestimenta que usan para una u otra ocasión.

Si llevan el mate, si se ponen el pantalón blanco, si se afeitan antes de ir, etc.

Estoy seguro que muchos de ellos podrían alternar perfectamente en un elenco de nuestra querida Comedia Nacional de Teatro.

Toda esta graciosa pero real introducción, es para llegar al tema que hoy me ocupa y me preocupa.

Ayer en Reino Unido se batió el récord de contagios con Covid desde que la emergencia sanitaria llegó al Planeta Tierra.

93.000 contagios en un solo día en Reino Unido fue la marca de ayer.

Francia cerró las fronteras, decretó un pase sanitario que ha sido rechazado por los no vacunados, que han manifestado masivamente en las calles de París en cifras que llegan a un millón.

En Italia hay que hacerse un PCR para subir a un ómnibus urbano.

¿Entendieron? Es como si aquí debiéramos presentar un test de antígenos para poder tomar el 104 de Cutcsa o no podemos subir.

Y viniendo más cerca, en Brasil nuevamente son miles los contagiados por día y Argentina comenzó a crecer exponencialmente, multiplicando por 10 los contagiados en solo 15 días.

Los números internacionales dicen claramente que a pesar de los contagios, la cantidad de internados en el CTI es mínima respecto a los tiempos del año pasado en plena pandemia.

Por consiguiente son muchísimos menos los fallecidos.

El mundo entero está cerrando, han vuelto el teletrabajo en varios países del mundo, han vuelto a la obligatoriedad del uso del tapabocas.

Sin embargo en Uruguay vamos a contramano.

Ya nadie usa el tapabocas, no hay límites, ni protocolos. Los estadios repletos de personas, los teatros, cines, todos los lugares cerrados.

El Presidente resolvió abrir todo, incluso las fronteras, una gran apuesta al turismo, una de las principales fuentes de ingresos y trabajo del Uruguay.

¿Qué pensarán? ¿Qué Uruguay es una isla y aquí no aumentarán los brotes a tal punto de crear una gran alarma pública?

En Argentina ayer se registraron 6.000 casos y están haciendo una muy baja cantidad de análisis.

Pero se hizo todo para que los argentinos lleguen masivamente al Uruguay.

¿Es contradictorio verdad?

¿Alguien puede pensar que todos estos datos no los conoce el gobierno y la oposición?

Por supuesto que sí, lo conocen y mejor que nosotros, pero han resuelto apostar a la economía.

Ni se me pasa por la cabeza volver a encerrar a todo el mundo, pero no comparto que se le oculte la realidad a la población.

Hay que informar y prevenir, esa es la real función de un gobierno, ninguna de las dos cosas están pasando.

No somos una isla, ni vivimos en una burbuja, si bien en Uruguay todo llega tarde, incluso el progreso, lo cierto, lo real, es que siempre llega.

Y esta situación llegará.

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