Las ollas populares florecieron como hongos por todo Montevideo y muchos departamentos del interior.
Los canales de televisión hacen sus clásicas notas con la olla, y sirviendo las porciones de comida y entregando a quienes lamentablemente están pasando por una situación extrema.
En pocos días, una vez declarada la emergencia sanitaria, fueron cientos de ollas populares que comenzaron a funcionar.
Hasta se ha formado una Red de Ollas populares, uniendo esfuerzos para conseguir las materias primas necesarias.
Hasta ahí, muy solidario todo y digno de aplaudir.
Pero, hemos podido detectar, en diferentes puntos de Montevideo y distintas localidades de Canelones, que hay diputados, senadores y alcaldes, que han puesto foco en esta actividad, y hasta quieren tener ollas en muchos puntos financiadas por ellos.
Transformar la necesidad de la gente, en la búsqueda de simpatías, que al final del cuentito, sean posibles votantes dentro de cuatro años en las próximas elecciones.
“No nos podemos dormir, el Frente Amplio tiene ollas populares en muchos lados, tenemos que tener las nuestras, hay que conseguir que nuestros referentes administren una en cada localidad”, escuchamos a un diputado del Partido Nacional expresar a sus más cercanos allegados.
Nuevamente la política sucia, absurda, con objetivos electorales futuros.