Operadores turísticos esperan “un nivel mínimo de trabajo que nos permita continuar en esta tarea sin caer” y reconocen “tímido” movimiento en los centros termales
Tras más de un año sin poder trabajar o haciéndolo de una manera muy reducida, los operadores turísticos de las termas sanduceras de Almirón y Guaviyú esperaron las vacaciones de invierno con moderadas expectativas. Si bien la convocatoria alcanzada dista enormemente de las que eran habituales para los meses de julio previos a la pandemia también es cierto que en ambos lugares se registró el movimiento más importante desde aquel fatídico 13 de marzo de 2020. Según las primeras evaluaciones, con las vacaciones en pleno desarrollo y faltando un fin de semana para su conclusión, resulta complejo establecer un promedio general de actividad para cada uno de los centros. Pero, al menos para tener una referencia, servirá informar que los operadores de Guaviyú que logran mejores resultados vendieron un 50% de su capacidad de alojamiento mientras que en Almirón algunos consiguieron colocar toda su oferta.
Sobre finales de junio, el Ministerio de Turismo y las Intendencias de Salto y Paysandú desarrollaron una conferencia de prensa en la que invitaron a los uruguayos a elegir el llamado “Destino Termas”. La acción fue valorada positivamente por los operadores que se manifestaban preocupados porque entendían que, en general, “la gente pensaba que las termas están cerradas”.
Los empresarios enfatizan en que en ninguno de los centros termales del litoral uruguayo han aparecido brotes de covid; recuerdan los resultados de los estudios científicos de la Regional Norte de la Universidad de la República que revelan que el agua termal no favorece la propagación del virus; ofrecen estricto cumplimiento de los protocolos y el disfrute del agua y espacios verdes, aseguran que mantuvieron los precios y que en algunos casos también bajaron y ofrecen promociones para que el alojamiento resulte más accesible. Sin embargo, parece que “la vieja normalidad” se recuperará muy poco. Una porción importante de la población evita los desplazamientos como forma de preservarse de eventuales contagios, la situación económica desfavorece la actividad turística y algunas medidas de corte sanitario que se encuentran en plena vigencia, como la que prohíbe la venta de entradas sólo por el día para cualquiera de los parques termales, son algunas de las razones que explican la la reducida actividad.
“Se empieza a despejar la situación”
“El panorama es un poco más alentador que el de todo este tiempo atrás. La verdad es que veníamos con una baja muy potente para nosotros y ahora parece que, de a poco, se empieza a despejar un poco la situación”, dijo Oldemar Tolosa, presidente de la Sociedad Fomento de Termas de Guaviyú. Destacó la oferta del complejo, “para salir un poco del estrés que genera la propia pandemia”, con “los cuidados y las precauciones que se exigen podemos garantizar un lugar de disfrute para los visitantes”.
“Nuestra expectativa es retomar, al menos, un nivel mínimo de trabajo que nos permita continuar en esta tarea sin caer”, sostuvo el dirigente que habló de lo extremadamente difícil que resulta el intentar sostener servicios sin generar dinero y repitió que el sector, en general, no ha logrado acceder a los mecanismos de ayuda que instrumentó el gobierno para algunas actividades afectadas por la pandemia.
El presidente de la Sociedad Fomento de Guaviyú aseguró que los precios de los servicios del centro termal “son muy competitivos” y reivindicó la oferta general del complejo.
“Tímidamente las termas volvieron a funcionar”
“Estamos contentos porque tímidamente las termas volvieron a funcionar”, dijo Leopoldo Rodríguez, referente de la recientemente creada Asociación de Operadores Turísticos de Termas de Almirón.
“Después de varios meses de pasar muy mal, porque no tuvimos ingresos dado que nadie venía pero las cuentas nunca pararon de venir, ahora por lo menos estamos teniendo algo de movimiento”, destacó para informar que algunos alojamientos trabajaron con 100% de ocupación pero que el promedio general de convocatoria es notoriamente más bajo. En la segunda semana de vacaciones de invierno se constató una situación que no se apreciaba “hace meses” consistente en que haya ocupación “entre semana”. El nivel de consultas para el último fin de semana del asueto es alto lo que genera muchas expectativas aunque no necesariamente todas las manifestaciones de interés terminarán en reserva.
Rodríguez, que habló del buen nivel de mantenimiento del parque termal y de los servicios en general, observó como “bajo” el nivel de consumo que se registra dentro del predio y explicó que “la gente en general elige cocinar, se trae cosas para preparar la comida y hacer un poco más económico el paseo”.
Igual que sucede en Guaviyú, los operadores de Almirón “no sólo que no han aumentado los precios sino que, incluso, en algunos casos bajaron”, aseguró Rodríguez que anunció que trabajan para implementar propuestas que brinden alojamiento y paseos por la zona de adyacencia a Guichón a precios muy competitivos.