¿Se acuerdan cuando Pablo Bengoechea dirigiendo a Peñarol salió Campeón de un torneo corto y no le renovaron el contrato?

No fue por un tema deportivo, se trató de una clara incompatibilidad con el plantel y los dirigentes.

Sin duda que Bengoechea es uno de los grandes ídolos de Peñarol, quizás junto a Morena y Pacheco, de los más queridos por la hinchada.

Pero pocos conocen la personalidad de Pablo, un hombre inteligente, que tiene un ego importante, que lo supera muchas veces.

Lo de “profesor” le viene como anillo al dedo, siempre está dando cátedra, queriendo que todo termine como él lo quiere y lo desea.

Esta llegada a Peñarol es una revancha muy bien pensada por Pablo.

Apoyó a dos amigos en una lista, pero sabía que sería imposible que ganaran, por lo que también abrió la posibilidad de imponer su proyecto con otras listas.

Y además, la estrategia no era llegar a dirigir a Peñarol, era ser el Director Deportivo, para asegurarse en primer lugar la permanencia y en segundo lugar, tener la manija de todo.

Invitó a su amigo Cedrés, que tiene otra imagen y otro carácter y su primer trabajo como Director de Fútbol fue elegir al entrenador.

Primero se sacó de arriba a Mario Saralegui, que debió dirigir hasta el final del Clausura, ya que sin dudas la personalidad de Saralegui no tiene la más mínima posibilidad de congeniar con Pablo.

Luego Ruglio trabajó mucho con varios entrenadores importantes, con trayectoria internacional inclusive.

Y Bengoechea los fue descartando uno a uno. Poyet, Matosas, Aguirre, Alonso, Paolo Montero, etc.

Y ninguno le venía bien a Pablo, a todos le iba encontrando algún impedimento.

Hasta que apareció el nombre de Mauricio Larriera.

E inmediatamente le gustó, no solo por el plan de entrenamiento y juego que presentó Mauricio, siempre correcto en todo lo que tiene que ver con el armado administrativo de su función; lo que más le gustó a Bengoechea es la personalidad de Larriera, un hombre tranquilo, muy trabajador, ordenado, pero… Sin ADN aurinegro, incluso con un pasaje como asistente de Pelusso en Nacional.

¿Qué tiene Larriera que le sirve a la personalidad de Bengoechea?

Simplemente que lo puede manejar, puede influir, puedo opinar y hasta puede resolver.

No estamos diciendo que Larriera es un nabo sin personalidad, de ninguna manera, simplemente que Larriera no tiene historia en Peñarol, como todos los otros postulantes, y además, es elegido por Bengoechea.

¿Se imaginan a Larriera diciéndole que no a Pablo?

Y así comienza a concretarse este fracaso de Peñarol, que termina con la goleada de Plaza Colonia a los aurinegros, que lo deja afuera del campeonato uruguayo y lo pone en peligro de entrar en la Copa Libertadores en fase de grupos.

Poner a un entrenador sin experiencia en equipos grandes dirigiendo, que además no le fue bien en los equipos que ha dirigido, recordando solo en Racing de Sayago hace muchos años.

Todos los que saben algo, dicen que Saralegui debió seguir, luego de ganar a Nacional en el estadio aurinegro y luego a Danubio, venía con mucha confianza y los jugadores le respondían.

Ahora viene la debacle, pero ojo, hay muchos jugadores que tienen contrato hasta fin de año, entre ellos los más veteranos.

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