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Queda confirmado plenamente que la violencia en el deporte muchas veces es originada por los propios protagonistas del espectáculo y no por la hinchada que puede estar completando las tribunas de un Estadio.

Que sobrevuele el Estadio de Peñarol una avioneta incitando a la violencia, con frases totalmente fuera de lugar es algo que desnaturaliza un espectáculo deportivo, también las declaraciones de los Dirigentes que agravian permanentemente a sus rivales, son también una forma notoria de incitar a la violencia.

Y para colmo de males, el árbitro del encuentro Pablo Giménez recibió una amenaza de muerte a través de una red social.

Vida

El mismo día del partido recibió amenazas y realizó una denuncia policial.

Los abogados de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol serán los encargados de redactar una denuncian ante la Justicia, ya que se quiere, cosa que es lógico, llegar hasta las últimas consecuencias y poder encontrar él o los responsables de la referida amenaza de muerte.

Por supuesto que se trata de algún cobarde que escondido en las redes sociales realiza este tipo de amenazas que debemos rechazar de plano por tratarse de un antecedente nefasto para el fútbol uruguayo.

Pero hay que tener mucho cuidado en las declaraciones que hacen los Dirigentes, como el caso del Dr. Alejandro Balbi que no es la primera vez que habla de robo y de ladrones cuando pierde su equipo.

Creo que los Dirigentes también merecen tener un protocolo a la hora de hacer declaraciones, porque las mismas pueden motivar a algún estúpido y cobarde a realizar este tipo de amenazas y eso no está bien.

Creo que los Dirigentes de Nacional y Peñarol deben medir sus palabras por la influencia que tienen en los hinchas.

Esperemos fervientemente que la Dirección de Delitos Informáticos, que ya tiene en su poder los elementos para comenzar la investigación, puedan llegar a tener resultados positivos e identificar al autor de las denuncias realizadas.

Por otra parte, estamos convencidos de que tanto los jugadores de Peñarol, como de Nacional, deberían ser sancionados por lo menos con una multa económica por el episodio que aconteció en la mitad de la cancha una vez terminado el partido, para poder tomar así como ejemplo los otros clubes, de que de ocurrir estos papelones, las sanciones no se harán esperar.