Solo con el ánimo de hacer daño a la gente, a los trabajadores, que necesitan los cajeros con plata, se hace este paro sorpresivo. Nuevamente los uruguayos somos rehenes de los intereses sindicales y no tengo duda, políticos partidarios, con el afán de crear un caos que perjudique al gobierno.  Vayan acostumbrándose a este tipo de acciones hasta que se vote el referéndum de la LUC, todo orquestado, deberían ir presos por desestabilizar a la gente.

Tienen suerte que los uruguayos muchos son mansos y la mayoría guampudos, les gusta que los manoseen de esta manera.