Un Clásico atípico, por un montón de cosas.
Hace cinco meses no hay fútbol y se recomienza justamente con el gran partido entre los grandes.
Además, se juega sin publico, otra característica especial.
Analizar un clásico en estas circunstancias es tener pocos elementos reales, y hay que basarse solo en los nombres de los jugadores.
Nacional posiblemente entrará al Centenario con esta oncena… 
 
Luis Mejía, Mathías Suárez, Mathías Laborda, Agustín Oliveros, Ayrton Cougo; Gabriel Neves, Claudio Yacob, Felipe Carballo, Santiago Rodríguez, Gonzalo Castro y Gonzalo Bergessio.
 
Claramente, el entrenador para su equipo en forma conservadora, con una línea de cuatro, tres volantes, dos que ayudan por las bandas y Bergessio de punta.
 
Las dudas.
Suarez viene de una operación de meniscos. La zaga de Laborda y Oliveros nunca jugaron juntos.
Por izquierda de su defensa no hay vocación defensiva con Cougo y Castro.
Mientras tanto Peñarol presentaría estos once…
 
Kevin Dawson, Giovanni González, Gary Kagelmacher, Rodrigo Abascal, Joaquín Piquerez; Facundo Pellistri, Kristián Vadocz, Jesús Trindade, Matías De Los Santos, Xisco o David Terans y Matías Britos.
 
Una sola duda en el ataque, el español Xisco o Terans.
 
Las dudas.
Los dos laterales con problemas defensivos.
Giovanni viene de muy bajas actuaciones. Piquerez no es lateral, poca marca y su fuerte es ofensivo.
Mediocampo mixto y experimentado, con un gran jugador que aún no explotó, de los Santos.
Terans (yo no pondría a Xisto de entrada) puede funcionar muy bien con Britos por la izquierda del ataque, y Pellistri es el que desnivela por derecha.
Britos es un gran goleador.
 
Más que nunca aquello de “Clásicos son Clásicos”, arriesgar un resultado nos podría dejar muy mal parados.
Todo puede cambiar por una individualidad.
Si Bergessio anda implacable.
Si Pellistri es imparable.
Si Castro sigue siendo el verdugo de Peñarol como en los últimos clásicos.
Si Britos vuelve con el nivel de México.
Y si la lucha por la pelota en el mediocampo se inclina hacia uno u otro.
Pero mis lectores saben bien que me gusta arriesgar en base a un análisis.
Creo sin temor a equivocarme, que ambos entrenadores si se pudiera, firmarían un empate.
Pero si tengo que dar un resultado en partido especial de pandemia y sin favoritos, me inclino por Peñarol.
Mejor plantel, más recambio en un banco de suplentes de 10 jugadores y cinco cambios posibles durante el encuentro.
Sin publico en las tribunas, una extra importante, donde también juega lo psicológico y “la cabecita” como dice el maestro “Toto” da Silveira.
Si Peñarol neutraliza a Bergessio tiene medio Partido ganado.
Si Nacional neutraliza a Pellistri, elimina el mayor peligro.
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