Peñarol ganó finalmente por la mínima diferencia al Montevideo Wanderers, en un partido jugado por la noche en la cancha del bohemio el Parque Viera.

Si bien se consiguió el objetivo que los aurinegros buscaban, es decir el triunfo y los 3 puntos, debemos decir que dejó una sensación bastante agridulce.

Un primer tiempo que fue de los mejores jugados por Peñarol, encontrando a Gargano volviendo a su mejor nivel y demostrando lo influyente que es en el buen juego de este equipo aurinegro.

Vida

Otro que rayó a gran altura, podemos decir que por momentos fue imparable, fue el juvenil Facundo Torres, quien fuera también quien convirtió el único gol del encuentro con un disparo fuerte y rasante desde fuera del área que se metió contra el palo izquierdo del arco del conjunto de Wanderers.

Igualmente Torres a pesar de haber hecho un primer tiempo extraordinario, para la segunda etapa se encontró con una orden dada por su entrenador de jugar sobre la izquierda, con responsabilidad de marca cuando el rival tiene la pelota en su poder.

Esto hizo que ya no fuera tan desnivelante porque la pelota le llegó muy poco en todo momento.

Peñarol mostró algunas variantes, que justamente nosotros las estábamos pidiendo desde hacía mucho tiempo.

Cuando decimos que Giovanni González no es un marcador de punta, sino que es un volante carrilero por ese sector y allí Larriera lo ubicó, dando ingreso como marcador de punta derecha al ex jugador de Cerro Acosta, quien me apresuro a decir que cumplió con gran acierto todo el partido, demostrando que si le dan oportunidades y continuidad podría ser un importante jugador en la marca por el sector derecho del campo de fútbol.

Como les dije, el primer tiempo fue agradable, bien jugado, donde hubo momentos de gran Técnica, con triangulaciones que parecía que fueran entrenadas con mucha precisión, donde participaron Gargano, Torres, Álvarez y hasta el propio Britos.

Le faltó mayor contundencia y Torres tuvo otra clarísima oportunidad dentro del área, totalmente solo y su disparo con violencia se estrelló en el pecho del golero bohemio.

Lo curioso es que Peñarol en el segundo tiempo cae bastante en su juego y le entrega la iniciativa y la pelota al conjunto dirigido por Daniel Carreño.

Wanderers toma las riendas del juego y se queda con la pelota, hace varios pases juntos faltándole profundidad a la hora de buscar la definición.

Para el final del encuentro, Larriera hace los cambios necesarios para intentar cerrar el partido, cosa que no logra, ya que hasta el último minuto el equipo bohemio tuvo chances claras de mejorar en su juego.

Los cambios de Larriera fueron realizados con mentalidad de cuadro chico, tratando de cerrar el partido, como finalmente ocurrió.

Al promediar el segundo tiempo se produjo el ingreso del jugador argentino Ariel Nahuelpán, que demostró estar totalmente fuera de estado físico, con muchos kilos de más, torpe en su juego, lento y tosco, demostrando que será difícil que pueda alternar en el equipo de Peñarol como titular.

Wanderers hizo lo que pudo, fabricó algunas posibilidades de gol y se encontró con un gran golero aurinegro como lo es Dawson, que debajo de los tres palos por momentos parece invencible.

Merecido triunfo, mereció ser más holgado el resultado final, pero nadie puede estar conforme con el desempeño de los jugadores.

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