El Club Atlético Peñarol refinanció la deuda que tenía con su referente y capitán “Cebolla” Rodríguez.
El jugador pudo presentarse en la Asociación Uruguaya de Fútbol y exigir que se le pague la deuda que los mirasoles mantienen con él, pero prefirió no asfixiar al club y financiar de común acuerdo la misma.
De acuerdo a la información que tenemos en nuestro poder, el acuerdo comprende el pago de 48 cuotas iguales y consecutivas de US$ 20.000 dólares cada una.
Es decir, 48 cuotas, lo que suma US$ 960.000 dólares el total de la misma.
Aquí están incluidos los intereses.
Mientras tanto, en diciembre vence el contrato con el jugador, y será la nueva directiva la que tenga que resolver si se le renueva el contrato o no. El jugador quiere renovar, y además ya ha dicho públicamente que está dispuesto a firmar un contrato a rendimiento.
Seguramente tiene claro, que sus lesiones casi permanentes no le han permitido tener la continuidad necesaria para rendirle a la institución.
¿Qué es un contrato a rendimiento?
Simplemente que cobra si su rendimiento (presencia) es el adecuado, si está a la orden del cuerpo técnico.
Un contrato especial que se le llama a rendimiento porque justamente depende de su participación en la cancha.
Incluso hay contratos de este tipo que tienen una cláusula que específica que si jugó cierta cantidad de partidos automáticamente se le renueva por seis meses más.
Eso es lo que quiere “El Cebolla” y seguramente es lo que terminará ocurriendo, ya que hay que decir con claridad que si el jugador juega en buenas condiciones físicas, desnivela.
Tiene una lesión crónica que lamentablemente no le permite tener continuidad.
¿Qué haría yo si fuera el que tiene que tomar la determinación de contratarlo?
Simplemente le agradecía los servicios prestados, incluso no lo hubiera contratado nunca más luego de la chanchada que le hizo a la institución cuando permitió que Paco Casal hurtara su pase, sin dejarle un solo peso a Peñarol.
El 2 de setiembre del año 2005 en el diario “La República” se publicaba lo siguiente…
La FIFA resolvió anular la habilitación provisoria de Carlos Bueno y Cristian Rodríguez y el Paris Saint-Germain no podrá utilizar más los servicios de ambos futbolistas, como consecuencia de la apelación presentada por Juan Pedro Damiani en representación de Peñarol.
En un extenso fallo con abundantes argumentos jurídicos, la FIFA hizo lugar al petitorio de los aurinegros y comunicó a la Federación Francesa que inhabilite sin más trámite a los dos futbolistas del Paris SG, confirmando que Francisco «Paco Casal», le hurtó a Bueno y Cebolla Rodríguez.
La presencia de Juan Pedro Damiani y del doctor Álvaro Galeano en las propias oficinas de FIFA permitió que las autoridades del organismo internacional tomaran contacto con abundante documentación en la cual surge inequívocamente que el empresario se llevó a Francia a los dos futbolistas sin el consentimiento de Peñarol.
El fallo en primera instancia, certifica además que para la FIFA, los derechos federativos y económicos de Carlos Bueno y Cristian Rodríguez pertenecen a la institución y no al empresario Casal que en un acto de soberbia violó todas las normas reglamentarias de la AUF, CSF y la propia FIFA.
Los representantes de FIFA, quedaron sorprendidos con la documentación que aportaron Damiani (h) y el doctor Galeano que resultó contundente para demostrar la ilegitimidad de la decisión de Casal cuando se llevó a los dos futbolistas.
Entre las cosas que llamaron la atención al organismo internacional, fue la presencia de Bueno y Cristian Rodríguez defendiendo a Peñarol en partidos disputados en la temporada 2005, como ocurrió en la Liguilla y la Pre Libertadores de América.
Recuérdese que el argumento de Francisco Casal era que los dos futbolistas no tenían contrato vigente y por tal motivo eran libres y podían elegir su destino.
Después de haberse prestado a estafar a Peñarol, ahora se le vuelve a contratar, pagándole un salario importantísimo, se le da el capitanato y se le paga el sueldo cuando su rendimiento ha sido mediocre.