La pregunta sigue vigente.
¿Por qué transportaron el detenido que hacía minutos había presuntamente intentado matar a Cristina Kirchner apuntando con un arma a 10 centímetros de la cara de la vice presidenta argentina no le puso esposas la policía?
Los expertos nos dicen que es algo totalmente fuera de la normativa.
Nos aseguran que todo detenido tiene que ser esposado, y no encuentran una explicación a lo que todos vimos ante las cámaras de televisión.
Lo cierto que no le pusieron, y alegremente se subió a la camioneta policial.
¿Un error? ¿Un privilegio?