Qué va a salir la conferencia de prensa, qué va a dar noticias que serán trascendentes.
Qué va a recortar todo, qué puede llegar al toque de queda, que se cierran las perillas.
Qué hay 10 muertos por día, que llegamos a mil contagiados, que las fiestas clandestinas, que nadie le da bola a nada.
Y entonces llega Luis, saluda y dice que van a dejar de cerrar los restaurantes y cafeterías a las 12 de la noche, que ahora pueden cerrar a las dos de la mañana.
Cuando el asombro aun no me ha dejado hablar, dice que ahora los ómnibus interdepartamentales, no tendrán ningún tipo de limitaciones.
Podían tener el 50% del aforo en los ómnibus, y ningún pasajero de pie.
Y resulta que ahora pueden ir llenos, con todos los asientos ocupados (algunos coches tienen 60 asientos) y como si fuera poco, hasta 11 pasajeros parados también.
Y debo decir con total sinceridad, que yo no entiendo las medidas, en lugar de hacer lo que a nivel mundial se está haciendo, hacemos lo contrario.
Cierre de fronteras hace 10 días y por 20 más.
Pero en la frontera con el Chuy, lo que hizo fue correr la línea divisoria hasta La Coronilla para ayudar a su amigo y correligionario intendente de Rocha.
Y de noche entraban los brasileños como perico por su casa.
Pero además, le permite a Buquebus que haga un viaje solidario con 900 uruguayos que quedaron atrapados fuera del país.
Claro que hay que entender que López Mena es una de los principales aportantes de la campaña electoral que llevó a Luis a la presidencia, hay que entenderlo al presidente.
Cerrar la frontera es hasta un poco risueño, es un colador, los camioneros entran y salen sin ningún tipo de limitaciones con hisopado. Vienen de Brasil y Argentina, pero no se puede parar la producción.
Y cuando todos esperábamos los grandes anuncios que varios ministros y dirigentes del Partido Nacional anunciaron para esta conferencia, resulta que el gran tema, la vacuna para los uruguayos, el presidente nos dice que estamos haciéndonos “la coladera” de las grandes potencias, que le demos unos días más, que le tengan paciencia.
Hubiera dicho la verdad, que tenía que ayudar a la gente del turismo, que allí tiene compromisos políticos, pero apostar a la ignorancia de los uruguayos, creyendo que todos somos idiotas, no se la dejamos pasar.
Saludó y se fue.
Estamos regalados.
