Hace bastante tiempo que Guillermo Caraballo renunció a la Intendencia. Dicha renuncia tenía por objetivo hacer campaña política puesto que se postula para la reelección.

Pero no se sabe a ciencia cierta qué hace cada pocos días en el Palacio Municipal.

Entra y sale, como si siguiera siendo el Intendente. Y no va a las oficinas a realizar trámites, sino que la oficina de destino es la que hoy ocupa Mario Díaz, es decir, la zona donde se ubica el Salón Rojo que cada jerarca departamental utiliza para anuncios varios y actos protocolares de vital importancia.

Entonces, ¿qué hace Caraballo en la Intendencia casi todos los días?

¿Será que está gobernando desde la oscuridad y le da órdenes a Mario Díaz en cuanto al manejo del departamento?

¿O será que va a buscar alguna información para cortar la cabeza de algún funcionario municipal?

Al parecer está dedicado a trabajar en una oficina que ya no le pertenece, utilizando lo que es del pueblo para fines personales…

En definitiva, es algo jamás visto…

Un ex Intendente en la oficina personal del actual Intendente.

¿O será que no le tiene confianza al equipo que eligió en el 2015?

Tal como cámara de seguridad vigila al acecho que se lleven a cabo sus directivas…

Pero entonces, desde lo legal ¿no está violando la Constitución? Porque desde que sabemos el departamento se gobierna con 1 Intendente y no un órgano colegiado.

Y desde lo ético, ¿no está utilizando oficinas y personal cuya función es servir a los vecinos de Paysandú?

Entonces, cualquier hijo de vecino puede entrar a la oficina del Intendente y usar sus hojas, computadora, impresora y asistencia de su secretaria.

Porque hoy, Guillermo Caraballo no es ninguna autoridad del departamento, es tan igual a usted y a mí…

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