Ver a Cristhian “El Cebolla” Rodríguez en el banco de suplentes a su edad y luego de toda una carrera de más de 20 años en los mejores equipos del Mundo, es una imagen muy triste.

Pero vamos a analizar los motivos por los cuales no juega.

Debemos convenir, que por su técnica, y su juego debería ser titular en Peñarol en varios puestos.

Vida

De eso no hay dudas ¿Verdad?

Pero, el gran pero, es su condición física, la que ya no tiene retorno, es crónico su dolor, algo permanente, que le impide jugar con normalidad.

Esta información, la tenemos de fuente confiable, que “El Cebolla”, está finalizando su carrera, y que hace por lo menos 7 años, que su condición física lo hace estar en inferioridad para competir a un nivel profesional.

Sin duda que el jugador quiere jugar, que ama a Peñarol, que es hincha, que tiene ascendencia con el plantel, entonces hoy, su protagonismo es en ese nuevo cargo que han puesto de moda, ese que le llaman… “Es bueno para el vestuario”.

Lo he dicho, que eso me parece un disparate, que hay jugadores que son excelentes para armar un buen grupo humano, otros que en la cancha son más importantes que en las concentraciones, pero que “El Cebolla” puede seguir siendo jugador, no jugar, pero ser bueno para el vestuario, me parece un disparate enorme.

Si no está en condiciones de jugar, que lo nombren en el cuerpo técnico y que cumpla otra función.

Un dirigente de Peñarol, me decía que “El Cebolla” es jugador de clásicos, otro disparate, encasillar a jugadores porque son ganadores clásicos o que hacen goles a Nacional.

El fútbol ya no es aquel que se juega sin un estado físico excelente, hoy en día, hay que correr los 90 minutos a nivel internacional, y en el fútbol local debo decirles que también.

Podrá “El Cebolla” jugar algunos partidos, o pedacitos de varios partidos, podrá hacer un gol clásico y hacer delirar de alegría a sus hinchas, pero digamos las cosas con su nombre, lamentablemente físicamente, no está para jugar en Peñarol, es un ex jugador, y sería una gran pena que se tenga que ir por la puerta de atrás.

Peñarol ya ha sido muy malvado con alguno de sus ídolos, como ejemplo de los últimos, nombramos a Antonio Pacheco, que lo corrieron como un perro (Gracias Diego Aguirre), y se fue a Wanderers, para luego volver por razones electorales y las promesas de traerlo si ganaba.

Creo sin temor a equivocarme que estamos ante los últimos partidos de varios jugadores de Peñarol, entre ellos muchos jugadores mayores, entre ellos “El Cebolla”.

Y por último, basta de crear esos llamados “Contratos a rendimiento”.

¿Rendimiento de qué?

Rendimiento es lo que rinde en la cancha, se debió llamar, contrato que se le paga si juega y no se le paga si no juega, por presencia, que es muy diferentes a lo que rinde.

Si no juega, no rinde.

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