La denuncia que hicimos por un presunto caso de corrupción en la Junta Departamental de Maldonado, tomó un importante giro cuando el hijo del ex presidente de la Junta José Luis Sánchez fue citado a declarar en la fiscalía de Maldonado.

Sus respuestas eran absolutamente definitorias para que existiera el caso. Si Facundo Sánchez corroboraba la versión que su padre intentó crear para zafar de la difícil situación en que se encontraba, todo seguramente iba a tomar un camino del olvido.
Recordemos que José Luis Sánchez para justificar que la Junta Departamental durante su período presidencial y en el período de su sucesor el nacionalista Darwin Correa, le pagara por facturas presentadas y autorizadas por el propio Sánchez, a su hijo, creó una fantasiosa e ingenua respuesta.
Dijo Sánchez que «la Junta le pagaba a su hijo», porque el proveedor Sosa no tenía cuenta corriente ni caja de ahorros en un banco.
Además dijo que como su hijo «era socio de Sosa, y que trabajaba con él», por lo que le proporcionó su caja de ahorros para cobrar por sus facturas.
Dijo Sánchez además en su fantasioso intento de crear una novela, que su hijo al recibir el dinero de la junta, le transfería esa plata a su padre como estaba convenido.
Si todo esto fuera verdad, sería poco creíble, pero se podría investigar la realidad.
Sin embargo, el hijo de Sánchez fue citado a declarar en carácter de testigo, y el Doctor Vaz le hizo varias preguntas relacionadas a esta versión de José Luis Sánchez.
Y las respuestas fueron contundentes.
«Nunca trabajé con Sosa, a quién conozco de San Carlos, nunca fui su socio, y yo solo hice lo que me pidió mi padre, que me dijo que yo iba a recibir un dinero de la Junta, y que se le transfiera inmediatamente».
Con estas declaraciones, queda todo muy claro y es sencillo presumir, que José Luis Sánchez realizaba una triangulación de dinero de los contribuyentes, que terminan en sus bolsillos.
Y hay que ver cuál fue la participación de Darwin Correa en todo esto, porque los documentos que nosotros entregamos en fiscalía al Dr, Vaz, fueron transferencia de pagos de la Junta en el año que el presidente era justamente Correa.
Pudimos consultar a Darwin, que nos dijo que no tiene absolutamente nada que ver con ese tema. Sin duda Correa como presidente autorizaba las facturas y por eso se pagan, quizás no conocía la presunta maniobra de Sánchez, como que es posible que también haya sido parte de la misma. Eso lo tendrán que responder y probar en la fiscalía muy pronto.
Y el proveedor está hasta las manos en el problema, tendrá que responder varias preguntas en fiscalía, que por ahora no tienen una respuesta concreta para nosotros.
«Ahora me entero lo que es el verdadero José Luis» habría dicho Sosa consultado por un colega. Se puede presumir que Sosa, también pudo haber sido engañado por Sánchez.
La pelota la tiene el Dr. Vaz, que muy presto me citó a mí e inmediatamente con la documentación que le entregué (que el Frente Amplio no quiso entregarle y la tenía), citó a Facundo Sánchez, ahora presumimos irá por el testimonio de Sosa y luego el gran responsable José Luis Sánchez.
Fuentes reservadas de El Bocón, nos dicen que si investigan las gestiones de todos los presidentes que tuvo la junta, se puede armar un lío de proporciones. Que todos son hoy sospechosos de maniobras similares.
Ya se confirmó que El Bocón no mentía, que las pruebas que teníamos eran reales, y que Facundo Sánchez nunca trabajó con Sosa, ni fue socio.
Ahora queda todo en manos del fiscal.
Hay muchos rezando para que no explote la bomba antes del 11 de mayo, día de las elecciones.
Por el momento, a José Luis Sánchez ya lo bajaron de todas las listas del 11 de mayo, y los líderes de su partido, ni de la lista 88 que integraba, hicieron declaraciones.
La prensa en general está comprometida y no puede salir a investigar, hace silencio cómplice.
¿Lograrán parar al fiscal Vaz?
¿Vendrá la orden de arriba para enlentecer la investigación de fiscalía?
Yo tengo mucha confianza en el Dr. Vaz, pero hay una gran mafia que aun no aparece, que protege a los delincuentes disfrazados de políticos.