Entrevista de Maycol Bonica.-

 

Nos encontramos con el Sr. Mario “Pitufo” López, bienvenido Mario, un placer tenerte con nosotros.

Es un gusto para mí estar haciendo esta nota.

 

Queremos hacer un repaso por tu gloriosa carrera como futbolista, porque no cualquiera levanta una Copa Libertadores y una Copa Intercontinental, teniendo además el plus de que ese Nacional que integrabas fue el último equipo uruguayo en ganar una copa internacional.

Es un reconocimiento que te alegra el alma que todavía se acuerden de esa hazaña.

 

¿Nacido y criado en…?

Nací en Canelones, no sé si no tenía un año y mis padres se mudaron para Rocha, donde fue toda mi crianza hasta los 15 o 16 años, cuando mis padres decidieron venir para Montevideo y yo estaba loco de la vida porque quería venir a probarme en algún equipo a la capital.

 

“EL ARREGLO ERA QUE ME DEJARA IR EN EL HORARIO QUE TENÍA QUE PRACTICAR”

 

¿De chico estuviste jugando en el baby fútbol?

Hice el baby fútbol en el “7 de oro”, ése era su nombre. Después llegué a jugar en la primera división con 16 años en el “Palermo” de Rocha, que es uno de los equipos más populares en ese Departamento. De ahí nos mudamos a Montevideo, mis hermanos eran todos panaderos, yo empecé a trabajar con uno de ellos como ayudante de panadería, pero con el arreglo de que yo trabajaba con él si me dejaba ir a probarme a un cuadro. Que me dejara ir en el horario que tenía que practicar sea cual fuere.

 

¿Actualmente tu vida sigue relacionada al fútbol? Sabemos que estás integrando uno de los cuerpos técnicos del Montevideo City Torque, un club que empezó desde abajo y que hoy en día está dando mucho que hablar.

La verdad que sí, fíjate que le ha ganado a Peñarol siempre que ha jugado, ha hecho otros muchos buenos partidos y ahora está a punto de clasificar a una copa internacional por primera vez en su historia, la cual no es muy larga. Tuve la suerte de conocer a Ricardo Perdomo, que es el coordinador de todas las inferiores y fue quien me arrimó para ahí, van a hacer ya 5 años que estamos allí trabajando. Después tuve la suerte de poder arrimar al “Tony” Gómez y ahora estamos juntos trabajando en las categorías de 3era y 4ta División del equipo.

 

“ESTA GENTE ES MUY RESPONSABLE, MANDAN MUCHAS COSAS DE ELLOS PARA NOSOTROS SEGUIR SU LÍNEA DE ENTRENAMIENTO”

 

¿Tiene mucha influencia del equipo inglés?

Sí, esta gente es muy responsable, mandan muchas cosas de ellos para nosotros seguir su línea de entrenamiento, ahora están por terminar el complejo aquí en Uruguay, aproximadamente en 1 o 2 meses. El proyecto vino mismo de allá y lo están construyendo justamente como ellos quieren.

 

¿Desde pequeño amante del fútbol?

Sin dudas que mi sueño fue ése siempre, el “sueño del pibe”, luché como loco para poder llegar a primera división.

 

¿Muy sacrificada es la vida de un futbolista profesional?

Es sí, aprendí el oficio de panadero y hasta el año que debuté que fue en Sudamérica, trabajé en la panadería y después iba a practicar y jugar al fútbol.

 

“ME QUISIERON CORTAR EL SUEÑO, PERO NI CERCA DE LOGRARLO”

 

¿Tu familia te apoyó para lograr ese sueño?

En parte mis hermanos más que nada, además mi madre se había divorciado y yo tenía un padrastro que no era muy afín del fútbol, la verdad que las penitencias que me ponía eran no dejarme ir a practicar, imagínate que me quisieron cortar el sueño, pero ni cerca de lograrlo. Yo seguí luchando y luchando, me acuerdo hasta el día de hoy del técnico que me subió a primera que fue Ángel Traverso, un técnico de Liverpool, me dijo “yo te quiero para jugar en primera pero tenés que dejar la panadería”, donde entraba a las 11 de la noche y salía al otro día a las 11 de la mañana, luego 1 y media estaba en Belvedere para poder entrenar, por lo que él me dijo que de esa manera no me podía tener, a lo que le respondí que si lograba hablar para que me paguen el mismo sueldo que en la panadería yo la largaba loco de la vida, entonces me respondió “está hecho”.

 

¿Cómo era ser un futbolista profesional en aquella época?

Era muy difícil porque había muchísimos grandes jugadores y subir a primera con esa edad era casi imposible, tenías que sacrificarte mucho, entrenar mucho la parte física y a veces no eran mucha las oportunidades que te daban.

 

“PRIMERO ANDÁ Y APRONTÁ EL MATE”

 

¿Te acordás de tu primer partido?

Sí, fue en Liverpool contra Rampla, en el Olímpico, me subieron a primera y nos fuimos a concentrar a Lomas de Zamora, ahí me agarraron los más experientes del equipo como lo eran “El Puchero” Prestes y Walter Luna, que me citaron a su habitación y me dijeron “primero andá y aprontá el mate”. Luego me dijeron “te subieron por las condiciones tuyas, mañana vas a jugar, vos estás acá por lo que venís haciendo en 3era, lo mismo tenés que hacer mañana, no te pongas nervioso, jugá suelto”, pero a mí ni el Técnico me había dicho que iba a jugar.

 

¿Te acordás de esa sensación previa antes de entrar a la cancha ese día?

Sí porque además había un poco de rivalidad entre Liverpool y Rampla, entonces cuando salimos al Olímpico se venía abajo porque estaba lleno, se jugaban puntos muy importantes, creo que Rampla estaba peleando por el descenso y Liverpool estaba más o menos en la misma. Ese partido lo ganamos 2 a 1 con dos centros míos, desde ese partido no volví a bajar a las 3era.

 

¿Qué te dijeron cuando terminó el partido?

Me abrazaron todos los muchachos y los mismos que me habían dado la charla anterior me dijeron “viste, ya no te vamos a mandar a aprontar más el mate”.

 

¿Por qué el apodo “Pitufo”?

Me lo pusieron creo que más o menos cuando salió el dibujo animado de los Pitufos, todos decían que como era muy rápido, escurridizo y aparecía por cualquier lado me bautizaron así.

 

“SE ME APERSONA SAÚL RIVERO, QUE ERA EL AYUDANTE DEL TÉCNICO Y ME DIJO QUE YA ME HABÍAN ECHADO EL OJO EL AÑO ANTERIOR”

 

Hay un gol muy especial en tu carrera profesional que le hiciste justamente a Nacional, jugando en el Huracán Buceo, donde prácticamente le arrebataste de las manos el título a los tricolores e increíblemente ese campeonato luego lo ganó el Club Atlético Peñarol.

Ellos habían pactado definir unos puntos que habían quedado pendientes jugando una especie de final, la que terminó ganando Peñarol por penales. En ese partido con Huracán además el estadio estaba lleno, porque si Nacional ganaba o empataba salían campeones, nosotros jugamos buscando no perder porque estábamos raspando los puntos para poder entrar en lo que en ese momento era la Liguilla, mi sueño por supuesto que era llegar a un cuadro grande, entonces jugabas para mostrarte para ver si podías tener la chance de que te llevaran, había otro condimento en ese partido además, en Huracán Buceo estaba el moreno Yaír, quien había jugado en Peñarol. Me acuerdo de esa jugaba que estaba casi terminando el partido, Barrios tira una pelota para atrás al golero muy fuera del arco y al golero le quedó exigida esa pelota, entonces se tira sobre la línea para evitar el córner y la deja en la línea, yo intuí que no se iba a ir esa pelota y la metí.

 

¿Cómo te enteraste de que Nacional estaba interesado en tenerte?

Estábamos jugando la Liguilla con River Plate, intentando clasificar a la Copa Libertadores, Nacional jugó contra River en el Estadio Centenario, en la hora el “Pinocho” Vargas nos hizo el gol, dejándonos eliminados. Cuando enfilo rumbo al vestuario, antes de llegar se me apersona Saúl Rivero, que era el ayudante del técnico y me dijo que ya me habían echado el ojo el año anterior con Huracán y ése gol, pero también en el presente año le habíamos ganado con River a Peñarol y a Nacional, antes de clasificar a la Liguilla. Pasaron dos días y Saúl Rivero me llamó a decirme si me interesaba ir a Nacional. Saúl Rivero había jugado conmigo en Liverpool, ya veterano dejando el fútbol cuando yo llegué al negriazul.

 

¿Cómo te recibieron los tricolores?

Fue espectacular, fueron 3 o 4 transferencias nomás que se hicieron, porque había un plantel más que espectacular, como Santiago Ostolaza, Yubert Lemos, “Pinocho” Vargas, Daniel Carreño.

 

“MIREN MUCHACHOS, YO AHORA VENGO ACÁ A SER UNO MÁS DEL PLANTEL Y A GANARME EL PUESTO”

 

¿Había camarillas dentro del plantel?

No, nada que ver, había una humildad terrible, gente que hacía años venía jugando en Nacional y habían ganado varios campeonatos uruguayos.

 

¿Cómo se llevaban con el cuerpo Técnico?

Espectacular, a pesar de que el viejo era un cascarrabias nosotros sabíamos llevarlo, pero sobre todo era un plantel muy humilde y la tortilla de la torta fue cuando vino “El Hugo” De León, que fue sobre mitad de año, recuerdo que pidió una reunión con el plantel y dice “miren muchachos, yo ahora vengo acá a ser uno más del plantel y a ganarme el puesto”, él comenzó a prepararse físicamente y cuando uno de nuestros zagueros se lesionó él entró y después no salió más.

 

¿Se sentían convencidos de que podían llegar a poder ganar una Copa de América y la Intercontinental?

Sinceramente sí, nos hicimos muy fuertes como equipo, éramos 18 o 20 que estábamos siempre ahí, nos dimos cuenta de que todo podía ser posible cuando le ganamos de visitante y de local al poderoso Flamengo, ahí supimos que nuestro grupo estaba para cosas muy importantes, además éramos más fuertes jugando de visitantes que jugando de locales.

 

¿Cómo fueron las finales de aquella Copa Libertadores contra Newell’s Old Boys?

En Argentina perdimos 1 a 0, en aquella época era un resultado muy esperanzador porque era muy posible revertirlo de locales, lo que quedó demostrado porque le ganamos con un contundente 3 a 0.

 

¿Cómo se vive una previa a una final de América?

Hacíamos unas arengas maravillosas, todos poníamos de nuestra parte, remarco la que hizo “El Hugo” nos decías “muchachos, Fleitas eligió estos 11, pero todos ustedes que están sentados en el banco van a estar jugando también, miren y estudien el partido, así cuando tengan la chance de entrar van a saber bien qué es lo que tienen que hacer”.

 

“AL VER QUE ÉRAMOS DE NACIONAL SE DABAN VUELTA Y SE IBAN, NO LES INTERESÁBAMOS PARA NADA”

 

¿Cómo fue la previa de la final en Japón?

Todos sabíamos que la organización que tenían los japoneses era espectacular pero no era un país futbolero, aunque obviamente el estadio estaba lleno de japoneses y un puñado de hinchas del PSV. Cuando llegamos y nos dijeron de ir para el hotel nos encontramos con que en el mismo hotel estaban alojados los del PSV, cosa que ahora no sucede más. A la hora de almorzar y cenar nos cruzábamos ahí abajo, no te imaginás las bromas que se hacían, por ejemplo le decían a Romario que no se haga “el vivo”, estábamos separados por una especie biombo y el “Indio” les tiraba migas de pan por arriba, nosotros esto lo pudimos agarrar como una experiencia positiva, porque nosotros por ejemplo bajábamos del ascensor hacia el lobby y cuando se abrían las puertas estaban todos los fotógrafos y las cámaras de televisión, pero al ver que éramos de Nacional se daban vuelta y se iban, no les interesábamos para nada, eso fue lo que nos empezó a dar muchas más fuerzas, que te hagan un desaire de esos a nosotros nos infla un montón.

 

¿Cómo fue ese partido?

Fue un partido de ida y vuelta, nosotros por momentos lo vimos perdido, cuando se da la jugada del córner y miramos el reloj nos dimos cuenta de que era la última, fuimos todos para arriba y el Vasco salta allá atrás y mete ese cabezazo que fue sacado por el golero pero con la mano adentro del arco, pensamos que no nos lo iban a cobrar, pero del otro lado el línea estaba muy bien ubicado y lo cobró porque vio que la pelota había entrado más de medio metro para dentro.

Cuando terminó y fuimos a los penales respiramos, porque en la cancha no lo habíamos perdido, sabíamos que los penales eran suerte y verdad. Mirá como se dan las cosas, el “Tony” Gómez había perdido el puesto y en la previa de la final tuvimos como una semana de práctica antes del partido y Javier Soca se hace una ampolla detrás del salón por ponerse los zapatos nuevos que nos había dado Puma, el “Tony” había perdido el puesto por una lesión que había tenido, la volvió a recuperar y termina tirando el último penal que nos da la copa.

 

“NOS DIJERON QUE RECIÉN PASANDO COOPER ARRANCABA LA CARAVANA, IMAGÍNATE LO QUE ERA ESA FILA DE AUTOS”

 

¿Cómo fueron los festejos en la interna del plantel?

Fue en el hotel entre nosotros, pero ninguno de nosotros entendía la magnitud de lo que habíamos logrado, estábamos en un país muy tranquilo, además nosotros festejamos dentro de la cancha y cuando salimos no nos esperaba nadie, los japoneses lo único que nos decían era “gracias, gracias”, no te caía la ficha de lo sucedido. Cuando llegamos al hotel todos empezaron a llamar hacia acá a sus familiares y ellos nos relataban todo lo que estaba sucediendo en 18 de julio, además el partido había terminado a la 1 de la mañana, pero en Japón eran la 1 de la tarde, no lo podíamos creer, sabíamos que habíamos logrado algo grande, pero no sabíamos qué tanto.

 

¿Les cayó la ficha recién cuando llegaron?

Cuando llegamos no sabés lo que fue, nos bajaron en la pista y no pasamos por el “check in”, salimos de la pista directo al ómnibus, cuando salimos del viejo Aeropuerto de Carrasco, no podíamos creer lo que era la caravana esperando, nos dijeron que recién pasando Cooper arrancaba la caravana, imagínate lo que era esa fila de autos desde el viejo Aeropuerto hasta Cooper.

 

“NOS DIERON US$ 10 MIL DÓLARES PARA CADA UNO, IMAGÍNATE AHORA POR EJEMPLO LOS US$ 15 MILLONES DE DÓLARES QUE GANÓ EL PALMEIRAS”

 

¿Y cuando llegaron al club?

Cuando llegamos a la sede explotó todo y se hizo un brindis, pero no sabés lo que era toda esa gente afuera que quería saludarnos y agradecernos por la alegría que les habíamos traído. Recién hoy en día uno va viendo lo importante que fue porque no se volvió a dar que un equipo uruguayo ganara una Copa Libertadores y también una Copa Intercontinental.

 

¿Nos podrías decir cuál fue el premio que les dieron a cada uno de los jugadores por haber tocado la gloria internacional?

Nos dieron US$ 10 mil dólares para cada uno, imagínate ahora por ejemplo los US$ 15 millones de dólares que ganó el Palmeiras al ser campeón ¿cuánto ganará cada jugador del equipo? Ahí fue cuando el Vasco decidió repartir el auto que ganó, él pidió que en vez del auto le dieran la plata del valor del auto y la repartieran entre los compañeros.

 

¿Cuánto estuviste posteriormente en el fútbol japonés?

12 años.

 

“ME LLAMARON A DECIRME QUE TENÍA UNA BOTELLA DE VINO Y QUE SI LA QUERÍAMOS LA TENÍAMOS QUE IR A BUSCAR”

 

¿Qué te motivó a continuar tu carrera en Japón?

Primero fue un contacto, lo hice yo mismo con el japonés que nos hizo los contratos de Puma, nosotros teníamos una camiseta que tenía a Volkswagen y Topper como sponsors principales, pero cuando llegamos a Japón estábamos liberados de poder vestir otra marca y se presentó Puma para hacer la ropa del juego y hacer individualmente un contrato de zapatos con cada jugador hacía su contrato individual con Puma.

 

¿Cuál fue el trato que les dio el club a todos ustedes después de ganar las copas?

Los primeros años bastante bien se portaron con nosotros, creo que era porque todavía se mantenía mucha gente de la Directiva de ese año, pero los Presidentes eran otros, después de eso todo se fue apagando, no te llamaban más cuando se cumplía años de esa hazaña, hace poco hizo fecha de la Copa Libertadores, entonces me llamaron a decirme que tenía un regalo, que era una botella de vino y que si la queríamos la teníamos que ir a buscar al club nosotros mismos ¿por qué tengo que ir como desesperado a buscar una botella de vino? A mí no me interesa la botella de vino, prefiero que me llamen y me citen personalmente, me den un vaso de coca y me digan que estamos festejando el aniversario de nuestra conquista, eso hubiera sido una caricia al corazón, con eso ya estaba pronto.

 

¿Qué sentís al estar ahora fuera de la cancha motivando a los jugadores más allá de entrenarlos?

Uno lo que piensa es en seguir en el fútbol, no sabés si tenés vocación para entrenador hasta que no vas agarrando cancha, pero va también en la experiencia que uno le pueda transmitir para ayudarlos a cumplir su sueño como lo cumplí yo, aunque siempre digo que mi sueño era poder llegar a la primera, después siento que el fútbol fue muy generoso conmigo, más allá de todo el sacrificio que tuve que hacer, me devolvió cosas que ni podía imaginar.

 

“SI SALÍS CAMPEÓN DE AMÉRICA Y DEL MUNDO ¿HAY ALGO PARA TOCAR EN ESE PLANTEL?”

 

¿Qué pensás sobre los años posteriores a la conquista?

Yo pienso además que tengo un récord en Nacional, porque todos los jugadores que estaban ese año ahí habían estado jugando en Nacional hacía 3 o 4 años seguidos, yo jugué solo ese año, después de conquistar la Copa vuelvo a River, Fleitas se fue y vino el “Gallego” Núñez como nuevo Técnico y hizo una limpieza de jugadores, yo me pregunto una cosa, si salís Campeón de América y del Mundo ¿hay algo para tocar en ese plantel, más allá de algún pequeño cambio? Muchos me preguntaron qué había pasado, si había pedido mucha plata para jugar al otro año ¿después de haber llegado a Nacional y haber ganado esos títulos cómo voy a querer volver a otro equipo en Uruguay? A menos que me saltara una oferta económica mayor de algún equipo del exterior ahí si porque la plata esa no podría pedírsela a Nacional, pero gracias a Dios todo eso me dio la oportunidad de mostrarme en otro lado y poder continuar mi carrera allá, aunque me dolió mucho que me dejaran libre en aquel momento.

 

¿Algunas palabras que les quieras dedicar a los hinchas tricolores?

A todos los que nos acompañaron ese año y años posteriores les quiero decir muchísimas gracias por el cariño, no son como otras hinchadas que si no salís campeón no te valoraban, ellos veían todo el esfuerzo y el trabajo que hacíamos nosotros, la hinchada nos ayudó y nos respetó mucho.

 

Muchas gracias por haber tenido esta hermosa charla.

Muchas gracias a ustedes.

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