(Columna de Ricardo Garzón)

«La independencia que propugnamos para los pueblos no es una independencia nacional, por lo que ello no debía conducirnos a separar de la gran masa que debe ser la patria a ningún pueblo». (Artigas, abril de 1814)

Que Guido Manini Ríos advierte que Cabildo Abierto peligra convertirse en una bolsa de gatos por tiroteos internos entre dirigentes de primera línea.

Que los cruces y reproches entre los referentes de nuevas corrientes cabildantes amenazan la paz interna y ponen a la colectividad al filo de autodestruirse.

Que según última encuesta de Cifra el Frente Amplio registra una intención de voto de 47% y la coalición gobernante 42%, porcentajes difíciles de cambiar porque todos los precandidatos presidenciales son marginales.

Que el futuro de los colorados es una utopía porque han registrado un progresivo declive, tal como lo revela una reciente encuesta de Cifra, que les contabiliza 6% de la intención de voto para las próximas elecciones, aunque aún no se conozca quién será el ganador de las internas.

Que muy poco importa quien sea, porque la mayoría (no solo en los colorados sino en todos los partidos) compite para manotear algún cargo legislativo o de confianza, y no por la presidencia de la república.

Que el senador blanco Juan Sartori compartió un video en sus redes sociales, donde fallecidos dirigentes históricos de la política uruguaya –reconstruidos con inteligencia artificial– lo impulsan a lanzarse como precandidato presidencial, una decisión con la que coquetea desde hace meses.

Que el controvertido senador afirma que los grandes próceres políticos uruguayos lo estarían apoyando para que se precandidatee por el Partido Nacional; entre ellos José Artigas que lo alienta a lanzarse al ruedo político: «¡láncese ahora Sartori; la causa de los pueblos no admite la menor demora!».

Que cuando se observa en retrospectiva el talento, la cultura, el peso y la habilidad de quienes ya no están, y se comparan con los actuales candidatos, pongámonos todos a llorar.

Que luego de la Asamblea Legislativa en la que Javier Milei anticipó que cerraría Télam, la ya clausurada agencia de noticias destacó in articulo mortis que fue “la única del país con red de corresponsales en todas las provincias argentinas”; hizo un repaso de su historia y de la labor diaria, y recopiló críticas hacia la decisión del mandatario.

Que Joaquín Morales Solá, reconocido periodista del Grupo Clarín opinó en su editorial que «nadie va a llorar por Télam, -una agencia que informaba de las cosas que el kirchnerismo quería que se informe-, «con una cantidad de personal que no se justifica de ninguna manera».

Que en 2019 el precio de la nafta en Uruguay fue 45% superior al promedio de la región, mientras que en 2023 la diferencia se incrementó hasta el 58%. La tendencia al aumento del sobreprecio de los combustibles en Uruguay se mantiene, incluso al excluir del cálculo a Argentina, país que ha transitado importantes alteraciones en sus precios relativos.

Que para Guido Manini Ríos si se libera la importación de combustible, como se propuso inicialmente en la LUC, sería inexorable el cierre de ANCAP (así lo anticipó el subsecretario de Industria) y lo que iba a resultar era un monopolio nuevo, pero privado.

Que de mantenerse la misma carga impositiva no habría una baja significativa en el precio al consumidor, dado que no se puede comparar el abastecimiento de combustible con el mundo de los seguros o el de los celulares, como se quiso hacer; son cosas diferentes, el mercado de los combustibles requiere una estructura que no permite que sean varios los proveedores.

Que con un discurso que a veces lo emparenta con el argentino Javier Milei y con el salvadoreño Nayib Bukele, el precandidato colorado Guzmán Acosta y Lara propone reducir la cantidad de ministerios y la construcción de una cárcel para narcotraficantes, a quienes quiere declarar terroristas.

Que Acosta y Lara concluye que los narcotraficantes, entonces, serán terroristas; van a tener un régimen carcelario muy distinto al normal (van a estar en una prisión sin comunicación con el exterior), no van a ser trasladados a un juzgado, -las instancias judiciales serán vía zoom-, no van a recibir visitas, y no se va a permitir que sus familiares o allegados les alcancen cosas que les permitan delinquir dentro de la cárcel.

Que el expresidente José Mujica anticipó que habrá balotaje y que si fuese blanco no votaría a Delgado, -«porque es más atractiva la piba”-, en referencia a la precandidata Laura Raffo en la interna del Partido Nacional, abundando que no la conoce, «la saludé una vez nomás, y como no la conozco capaz que le emboco, a los otros los conozco”.

Que «la piba» no debió considerarse agraviada por Mujica, toda una galantería, en rigor un americanismo que en Argentina y Uruguay quiere decir: «mujer joven, especialmente hermosa y atractiva».

Que para quienes los siguen, los escuchan o los ven, Juan Sartori y Guido Manini Ríos no se parecen en casi nada; sin embargo, la campaña en curso hace coincidir al millonario empresario y al excomandante en jefe del Ejército en la disputa de votos que pueden definir la próxima elección, para muchos pareja.

Que en la última encuesta de Cifra, Cabildo Abierto aparece con un esmirriado 2%, muy lejos del 11% obtenido en la última elección, resaltando en la coalición de gobierno el temor de que esos votos se estén fugando para el Frente Amplio.

Que el ministro argentino Mariano Cúneo Libarona denunció que había personas viviendo en el Ministerio de Justicia, y reveló detalles de las irregularidades que encontró en distintas dependencias de la cartera a poco de asumir: un catálogo que va desde gente viviendo dentro de oficinas estatales, hasta una alta cantidad de empleados que “sobran”, ya que no cumplen ninguna función; entre otras irregularidades se encontró con un señor en musculosa y ojotas fritando una milanesa.

Que el vicecanciller uruguayo Nicolás Albertoni había terminado su discurso hacía pocos minutos en sesión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuando Nicolás Maduro irrumpió en la sala al son de una pregunta y tono que irradiaba visible molestia: “¿Quién está hablando mal de mí? ¿Quién está hablando mal de mí?”, repitió ante los secretarios de la delegación venezolana y uruguaya que estaban en el salón del hotel en Kingstown -donde se desarrollaba la cumbre americana-, sentados unos al lado de los otros.

Que aunque Maduro sabía que el destinatario de sus palabras se sentaba a su lado, el chavista quería transparentar el malestar que le provocaba que alguien –una vez más Uruguay– hubiese reiterado, públicamente, sus críticas al régimen.

Que «nos resultan inadmisibles las proscripciones arbitrarias (…) sin competencia en libertad no hay democracia”, había dicho Albertoni en un discurso breve pero que resultó suficiente para que algunas horas después, ya en el avión, Maduro dijera en una entrevista que Lacalle Pou tenía “doble rasero” y “doble moral” porque hablaba de asuntos internos de Venezuela pero no levantaba la voz de la misma forma sobre lo que ocurría en Palestina.

Que las clases 2024 comenzaron con un renovado choque entre los sindicatos y las autoridades educativas en sus diferentes niveles, en un contexto de aterrizaje total del plan de Educación Básica Integrada (EBI), de inicial a educación media, y del comienzo del nuevo primer año de bachillerato, ambos pilares de la llamada Transformación Educativa, buque insignia del gobierno.

Que transcurridos los días, Manini reafirmó sus dichos sobre el PIT-CNT y dijo «no retractarse ni de una palabra», a la vez que fustigó al senador Gandini -«demagogia pura de políticos»- que quieren soldados en la calle: «un militar patrullando las calles con un fusil de alta letalidad, un fusil que de ser accionado puede llegar a generar daños colaterales gravísimos… no es la solución», sostuvo, y agregó: de tomarse la medida se va a empezar a desprestigiar y a quemar ese cartucho, esa última carta que son las Fuerzas Armadas.

Que el presidente de la República defendió varios ejes de su gestión de gobierno con énfasis en los resultados obtenidos en materia de seguridad y en la conducción económica, y respondió con solvencia, en entrevista con Telenoche, sobre una de las últimas polémicas que su administración ha enfrentado: la del caso Marset y todas sus derivaciones.

Que el expresidente Alberto Fernández desmintió a Javier Milei quién, durante su participación en Expoagro había asegurado que “en la administración anterior se almorzaba y cenaba con champagne Cristal todos los días”.

Que ante la difusión de los dichos, el exmandatario utilizó las redes sociales para asegurar que eso era mentira; a posteriori el líder de La Libertad Avanza reconoció el error y se disculpó a través del mismo medio.

Que el legislador frenteamplista, Daniel Caggiani, publicó el documento presentado ante la presidenta de la cámara, Beatriz Argimón, solicitando detalles sobre la situación del Arbitraje Internacional de la empresa LARAH, -socio mayoritario de Pluna al momento del cierre-, y el Estado uruguayo.

Que senadores de la oposición reclaman que se de a conocer “qué órgano del Estado uruguayo asumió la coordinación de la defensa internacional en el proceso arbitral”, y “qué expertos, nacionales y extranjeros, se contrataron para la defensa”.

Que el ministro de Vivienda, Raúl Lozano, dio a conocer la resolución tras la finalización de la investigación administrativa sobre las adjudicaciones directas de viviendas por parte de la exministra Irene Moreira, la cual fue rechazada por el sindicato de Vivienda.

Que cabe recordar que la representante de Cabildo Abierto, a la sazón ministra de Vivienda, abandonó el cargo en mayo de 2023, luego de que el presidente Lacalle Pou se lo pidiera, tras una serie de tensiones en la coalición multicolor por haber dispuesto la secretaria de Estado la entrega de una vivienda en forma arbitraria y sin sorteo a una militante de su partido.

Que legisladores demócratas y republicanos de ambas cámaras de Estados Unidos ingresaron ayer un proyecto de ley en el Parlamento norteamericano para fomentar las relaciones comerciales con la región, y coloca a Uruguay como un puntal clave de la iniciativa.

Quel el proyecto de ley insta al Poder Ejecutivo de los EE.UU. a facilitar el acceso de nuestro país al Visa Waiver Program para que los ciudadanos uruguayos puedan ingresar sin requisito de visas.

Que en los hechos, lo que los congresistas estadounidenses proponen es que Uruguay ingrese como “país piloto” en el Tratado de Libre Comercio que mantienen EE.UU., Canadá y México, denominado USMCA -anteriormente conocido como el Nafta.

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