Quedó finalmente inaugurada la nueva Terminal de Ómnibus con un Shopping en la querida ciudad de Minas.

Desde aquel 2 de febrero de 1997 en que se fundó el Semanario El Bocón, hemos propuesto periodísticamente decenas de proyectos para el departamento de Lavalleja.

Uno de ellos era esa Terminal Shopping, que no la visualizamos en el lugar que se concretó, en las afueras de la ciudad, sino en el centro mismo, en el lugar de la ahora vieja terminal.

Ocurre que quien manda es Don Dinero, y quienes ponen el capital y quieren hacer su negocio mandan.

Pero lo cierto es que durante larguísimos siete años la burocracia de las licitaciones y las aprobaciones, con un cambio de intendente incluido, se esperó este momento que se concretó en el día de ayer.

Quedó preciosa, se le ve muy bien hecha a la vista y detrás del proyecto está una empresa que tiene amplia experiencia en este tema, como lo es Lecueder.

Lamentablemente la empresa Lecueder, que fuera quién tuvo la responsabilidad de invitar a los medios y autoridades para el acto de inauguración, no tuvo a la altura.

Que no nos haya llegado la invitación es lo de menor importancia, aunque luego de 27 años en Minas nos daría el derecho de estar presentes, aunque estamos acostumbrados a ser discriminados.

Lamentablemente hubo autoridades que no fueron invitadas, como por ejemplo los dos diputados del departamento.

Falta de coordinación entre la intendencia y la empresa Lecueder hubo, la confianza que una empresa con tanta experiencia cursaría las invitaciones a todos los medios de Minas, del país y sus autoridades, definitivamente no funcionó.

Grueso error, diría garrafal, que ante un acontecimiento tan importante para el departamento fue lamentable.

Y hubo una foto que nadie esperaba.

Cuando estaba haciendo uso de la palabra el Intendente Mario García, invitó a subir al estrado y pararse a su lado a la ex intendenta Adriana Peña, ya que fue ella que inició este proyecto durante su mandato.

Nadie lo esperaba, porque en realidad no se pueden ni ver, pero, la política, el marketing político y el pensamiento electoral futuro lo logró.

En síntesis, una mejora sustancial para la ciudad de Minas que se hacía impostergable, que va a traer, como ocurrió en Salto, en Paysandú, en Colonia y especialmente en Mercedes muchas polémicas comerciales.

Y también nuevos costos para los usuarios de los ómnibus interdepartamentales, que tendrán que sumarle el costo de un taxi para ir al centro de la ciudad.

Ya hablaremos de eso, pero, apoyamos fervientemente la concreción del proyecto y felicitaciones a quienes lo han impulsado.

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