Estos dos personajes, no deberían ni siquiera pasar por la puerta del Palacio legislativo, son realmente vividores del Estado uruguayo.
Por suerte la gente se dio cuenta y a Sartori no lo votó, y quedó fuera de la cámara.
Heber es un verdadero zángano que ha vivido 40 años de todos nosotros.
Nos dicen que va a asumir el primero de marzo el senado y va a renunciar, ya que entiende que no tiene nada más para hacer.
Parásitos que se han enriquecido cobrando todo tipo de privilegios a lo largo del tiempo, y Sartori, haciendo todo tipo de negocios usando su cargo y sus relaciones gracias al Senado.
Ojalá no pisen nunca más el Palacio Legislativo.