Parecen no tener fin, la serie de promesas incumplidas durante la Gestión del Ex Intendente Lima.
Se han reiterado algunas que parecen sacadas del guión de una película humorística.
Por ejemplo, a finales del año Dos Mil dieciséis, en la cena de fin de actividades del Salto Automóvil, el ex Intendente se compromete a proveer de los materiales para la realización de una nueva carpeta asfáltica en toda la extensión del circuito ubicado dentro del Predio de la institución (Parque Autódromo Ciudad de Salto).
Obviamente durante el año Dos mil diecisiete, no se cumplió con lo prometido, pero hete aquí que nuevamente en la cena de despedida de ese año, nuevamente se hace presente el Ex Intendente y al hacer uso de la palabra nuevamente promete lo mismo y redobla la apuesta anunciando que la Intendencia de Salto se hará cargo en el correr del año Dos mil dieciocho del trabajo en su totalidad.
O sea de colocar una nueva carpeta asfáltica en toda la extensión del circuito del Autódromo de Salto.
No es necesario aclarar que estamos en Setiembre del año Dos Mil veinte y ese trabajo nunca se realizó.
Una muestra más de que es una costumbre del ex Intendente el hecho de prometer Obras, entrega de Materiales y nunca cumplir lo prometido.
CONFIRMADO: EL CAMINO DE ACCESO A TERMAS DE ARAPEY NO SE HACE
Debemos recordar el titular de un matutino local del año Dos Mil diecisiete donde quien ejerce la Dirección de Turismo de la Intendencia anunciaba que la prioridad para ese año era la remodelación y reparación a nuevo del camino de acceso a Termas del Arapey, ya que se contaba con los fondos para esa tarea.
Y queda al descubierto esa mentira cuando en el mismo matutino el pasado fin de semana, el actual Secretario General de la Intendencia anunciaba que los trabajos de reparación de ese camino no se realizarían.
Surge la duda de donde fueron a parar los supuestos fondos que ya se disponían para la realización de ese trabajo tres años antes según declaraba la Directora de Turismo.
Evidentemente alguien mintió.
EL PROMOCIONADO CATAMARAN TURÍSTICO NUNCA FUNCIONÓ Y ESTÁ ABANDONADO
Hace tiempo hicimos el comentario sobre uno de los tantos despilfarros realizados durante la Gestión del Gobierno del Frente Amplio.
Debemos recordar que en la gestión de la Ministra de Turismo Lilián Kechichian, se proveyeron fondos para Proyectos de Desarrollo en lo que se denominó pomposamente Corredor de los Pájaros Pintados, así como también desde la Administración Nacional de Puertos se destinaron Rubros importantes para promover el Turismo Fluvial y las actividades Náuticas.
Una de estas promocionadas actividades fue la construcción de una embarcación denominada Catamarán Turístico que fue traída a Salto y promocionada como la panacea en cuanto a Embarcaciones Turísticas, y que se utilizaría para Paseos a través del Río.
Varias páginas en medios gráficos y obviamente notas en Noticieros televisivos y radiales donde se regocijaban de ese supuesto logro.
Sin embargo, la realidad les pegó un cachetazo importante y el tan mentado catamarán nunca realizó ni un solo paseo.
Es más, cuando se realizó una prueba de estabilidad y navegación se pudo comprobar que era inestable y sumamente inseguro.
Por ese motivo, y como nadie quiso asumir costos y responsabilidades de un horror náutico, porque eso es, en definitiva, lo que se pretendió utilizar para pasear gente.
Un horror.
Que por suerte nunca navegó, y que estuvo casi dos años tirado en una Plaza frente a la Unidad local de Prefectura, hasta que cuando se acercaban las Elecciones Nacionales del año anterior, fue trasladado sin que se supiera que destino tendría.
Al tiempo nos enteramos que estaba en un Municipio del Interior, que tiene costas al lago del Embalse de Salto Grande, pero obviamente nunca fue habilitado para navegar (lo que nos parece correcto y lógico).
Únicamente fue utilizado por un cantante local, que reside en ese Municipio, para usarlo como escenario cuando realizó una filmación de una de las canciones que interpreta.
Ese cantante, denominado “Palito”, fue quien le dio utilidad al Catamarán, que está en varado en lo seco.
Una mentira más, un despilfarro más, algo que se ha hecho costumbre en esta Administración y que no se soporta más.