Muchas veces la gente se pregunta si el amor realmente existe entre dos personas.
Hace apenas un año, un matrimonio, por cosas de la vida festejaba alegremente los 50 años de matrimonio, junto a sus hijos, nietos, bisnietos, demás familiares y amigos.
Sus hijos se sentían orgullosos de estos padres que eran un ejemplo de vida, porque parte de sus vidas la habían pasado compartiendo lo que día a día les tocaba vivir. Entre ellos realmente existía un amor verdadero, no como tantos matrimonios que dicen, “llevamos tantos años de matrimonio”, pero entre ellos no existe el respeto, muchas veces el amor por cosas de la vida se terminó y algunos que otros entre ellos existe el engaño.
Ella tenía 70 años y él 72, fruto de su amor habían tenido más de un hijo, los cuales siempre estaban al cuidado de sus padres que ya tenían una edad avanzada.
Ellos vivían en su casa propia los dos solos, tenían una persona que se ocupaba de la limpieza de la casa.
Hacía algunos meses, por cosas de la vida a ella se les había diagnosticado una cruel enfermedad, eso había llevado a que toda la familia se preocupara más en sus cuidados.
Ella supo lo que le estaba sucediendo y trató de llevarlo lo mejor posible con la contención de sus hijos y esposo.
Él era el que más lo sentía, no se hacía la idea de que un día cualquiera dejaría de tener la compañía de quien había sido su compañera por tantos años, sufría muchísimo, muchas veces en silencio y sin que nadie lo viera lloraba pensando en cuándo llegará el momento de su partida.
La enfermedad la llevaban muy bien, por supuesto que con las complicaciones que se dan cuando se tiene esa cruda enfermedad.
Por cosas de la vida una tarde ella se sintió mal, su médico la vio y dio la orden para internarla. La tuvieron cuatro días internada, la trataron y luego la enviaron para su casa.
Por cosas de la vida el médico habló con sus hijos y les comunicó que no le quedaba mucho tiempo de vida, serían algunos meses, como máximo y con suerte un año.
Los hijos se preguntaban si decirles a vuestro padre cuál era la realidad y decidieron que sí, ya que el padre era una persona que siempre había ido de frente y había dicho que él quería estar al tanto del avance de la enfermedad.
Era un hombre fuerte, con mucho coraje y no se entregaba fácilmente.
Ahora era distinto, sus hijos le dieron la noticia y eso le cayó como algo irreparable.
Era conciente que no había nada que pudiera hacer, por cosas de la vida estaba a punto de perder a la persona que más quería y debía aceptarlo. Una noche cuando ya se habían acostado y mientras veían un programa de televisión, él le propuso a ella algo imposible de creerlo. Le dijo que si ella se moría él quería morirse junto a ella, porque no sabría seguir viviendo sin su presencia y le dijo que podrían planear vuestra muerte.
Ella dijo que él no tenía derecho de quitarse la vida, que no adelantara la hora de su muerte, que ella tampoco quería morirse, pero entendía que por cosas de la vida su destino era partir antes que él.
Él le dijo que ella lograra entenderlo, que sufría mucho más quedándose con vida el día que ella dejara de existir, que seguir viviendo para él sería como una tortura. Igualmente ella no estuvo de acuerdo, le dijo que tenía que ser fuerte y aprender a seguir viviendo sin ella, que siguiera viviendo con su recuerdo y que entendiera que así tenía que ser.
Cada tanto él insistía con lo mismo, pero ella no aceptaba su propuesta, hasta que un día lo aceptó y en ese momento se dieron un fuerte abrazo y juntos lloraron desconsoladamente.
Esto pasó a ser un secreto entre los dos, lo planearon todo.
Una noche los dos juntitos, se alojaron en un hotel en Montevideo. Pidieron a un restaurante comida y tuvieron una linda cena, es lo que uno se imagina.
No se sabe a qué hora de la noche los dos se acostaron, en un momento él le pegó un tiro a ella en la cien, se acostó a su lado, la abrazó e hizo lo mismo con él. Al otro día fue tremendo cuando los del hotel vieron esa escena, En la mesa había un fino vino que no le faltaba casi nada, en la mesa dos copas, era como que antes de los hechos hubieran brindado, es factible que así haya sido.
Dos personas que tanto se amaron, un día tomaron la difícil decisión, de juntos partir al más allá, este lamentable echo, fue parte de las cosas de la vida.