Mientras los informativos de los canales 4, 10 y 12 sigue alimentando el pánico a una población deprimida, el gobierno sigue pensando en los puntos del PBI y el déficit fiscal, más que en tirar un salvavidas a la población.
Desde enero que el grupo de científicos honorarios pide medidas muy duras para bajar la movilidad en el país.
No hace falta ser científico para darse cuenta que hay mucha gente que no le da bola a las exhortaciones del Presidente de la República.
Que han ignorado todos los ruegos, y han hechos marchas, juntadas de firmas, fiestas clandestinas, sin importar absolutamente nada.
Hicieron una ley de apuro para darle a la policía las armas no solo para combatir la delincuencia con mejores armas, también hicieron una ley por dos meses y luego por dos más, para que la policía disuelva las concentraciones de gente.
Pero las grandes movilizaciones no las pueden disolver, ya que puede terminar en un enfrentamiento, algo que muchos presumen, es lo que se está buscando.
Parece mentira, que a pesar del momento que estamos viviendo, la gente siga en la chiquita, en la grieta de fachos o zurdos.
Que los políticos, en lugar de ponerse la celeste, vivan sacándose ventajas y buscando criticar al rival para sacar réditos electorales futuros es muy rechazable.
La gente está muy loca, las redes sociales son un siquiátrico colectivo.
Seguramente van a esperar a que el agua les llegue al cuello para intentar reaccionar desde el gobierno, espero no sea tarde.
Llegó la hora de actuar, dejar de lado los prejuicios económicos y apostar por la salud.
Y por último, voy a decir algo que seguramente me haga ganar muchos enemigos, pero ahora es hora de mano dura, que nadie haga lo que no se puede hacer, sean 5 o 5.000 hay que mostrar que el Estado está presente y hacer cumplir las leyes vigentes.