Ya es una tomada de pelo, algo increíble y muy deprimente.
Resulta que para ganar la elección presidencial, el Partido Nacional y todos los partidos que integran la coalición llamada multicolor, presentan sus proyectos y hacen sus promesas, en caso que llegue a ganar el Gobierno.
Todo vale para conseguir convencer a la gente que los vote. Desde no voy a subir los impuestos, hasta no voy a subir las tarifas; todo vale, no hay límites.
La diferencia entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou fue muy corta, apenas 33.000 votos.
Sin dudas que cada voto tuvo mucha importancia, y las promesas que gritaron durante un año, en todos los rincones del país, tuvieron valor.
Como la corriente era “sacar al Frente Amplio”, sin importarle quien venga, el Partido Nacional, prometió hacer Auditorías Externas.
¿Qué es una auditoria?
La auditoría externa es un sistema utilizado por las organizaciones, para realizar un examen detallado, sistemático y crítico mediante un agente externo, ya sea una empresa ajena a la organización, un auditor especializado o un contador público.
A través de la auditoría externa se realiza un análisis y control exhaustivos por parte de un auditor, el cual es totalmente ajeno a la actividad de la empresa, con el objetivo de emitir una opinión imparcial e independiente sobre el sistema de operación de la empresa y su control interno.
El costo de una auditoría va a depender del volumen de trabajo, de la experiencia del auditor y del conocimiento que este tenga sobre el área de trabajo a ser auditada, se calcula por horas de trabajo o por día de trabajo y varía según la empresa entre $200 a 1500 (USD) por día.
Necesariamente, los votantes, cuando escuchan a un político decir que si ganan la elección, van a realizar auditorías externas en todos los organismos, sin dudas, que imaginan, que va a saltar irregularidades, y que las mismas van a ser tan graves, que se llevarán a la Justicia.
El final del cuento, es creer que van a ir a presos los ex gobernantes, ya que en la auditoría queda al descubierto, irregularidades delictivas. Eso gusta mucho y por ende, voto a fulano que va a mandar presos a los gobernantes que salen de sus cargos.
En la reunión de los Blancos en La Paloma, algo tradicional de esta colectividad, Lacalle Pou fue el único orador y dijo textualmente…
“Si el Partido Nacional llega al Gobierno ordenará una auditoría en cada lugar (del Estado), sin cacería de brujas».
«Tenemos que decirle a la gente cómo está su país después de 15 años del Frente Amplio», concluyó.
Hizo un cúmulo de promesas más, que algunos se han cumplido, como la no obligatoriedad financiera, que quedó refrendado en la Ley de Urgente Consideración.
Lacalle Pou dijo además, que si es Presidente bajará las tarifas de energía eléctrica y los combustibles, algo que muy lejos de cumplir, las aumentó bajo el pretexto que el Frente Amplio no las subió en enero.
Lacalle Pou dijo que la austeridad será eje central en su programa de Gobierno y prometió que no habrá aumento de tarifas, impuestos y combustibles. «No quiero gobernantes que despilfarren. La austeridad va a ser centro de nuestro gobierno, en lo grande y en lo chico. Si gana el PN se terminó el aumento de tarifas, impuestos y combustibles», afirmó.
Y con esas promesas llegó a Gobernar.
Uno de los puntos débiles, ha sido la que nosotros llamamos, “la repartija”.
No podemos dejar de decir ahora, que durante toda la “transición”, no hubo ni la más mínima demostración de austeridad.
Más de 500 cargos repartidos a diestra y siniestra, incluso con una difícil negociación con el Frente Amplio por los 34 cargos que le dio a la oposición.
Si hubiera seguido la línea de sus promesas, hubiera rebajado la cantidad de cargos, pero no fue así, incluso debió crear varios cargos más y hasta un nuevo Ministerio, para cumplir con todos los que lo ayudaron a llegar a Presidente.
Amigos, yernos, novias, hermanos, padres, hijos de…, amantes, prestamistas; todo sirvió para estar colgados de la teta del Estado uruguayo.
Lacalle Pou vendió casi toda la torta en la interna para ganarla, y en el balotaje para ganarlo.
Le quedaron muy pocas porciones, y las está administrando lo mejor que puede.
Ya imagino, que los lectores se habrán dicho en varios tramos de este trabajo periodístico, que me he olvidado que el pobre Luis ligó mal y que la pandemia con su consecuente emergencia sanitaria, hicieron que no se puedan hacer muchas cosas.
Lo cierto es que Luis tomó la pandemia como una buena excusa para no cumplir sus promesas electorales.
Esto pasa en varios países del Mundo, solo bastaría mirar hacia la Argentina y ver lo que está haciendo este Gobierno.
La confirmación que transforma promesas en mentiras vedadas, han sido las declaraciones del Ministro de Transporte y Obras Públicas.
HEBER NO REALIZARÁ AUDITORÍAS DE LA GESTIÓN ROSSI
Esto fue lo que quedó al descubierto en la ciudad de Carmelo, con la presencia del Ministro Heber.
Cuando quiso ampliar los motivos por los cuales no iban a cumplir las promesas de su Presidente, solo atinó a decir que “son muy caras las auditorías externas”.
¿Y no sabían antes de las Elecciones que las auditorías eran caras?
Claro que lo sabían, eso es algo que lo sabe todo el mundo. Entonces no fue una promesa, ni expresión de deseo, se trató de un simple engaño premeditado.
“Si no tenemos los recursos suficientes para hacer obras en forma directa, debemos buscar fórmulas de asociación con capital privado, que sustituyan el capital que nosotros, como Estado, no tenemos. El único recurso que tenemos como Estado es subirle los impuestos a la gente, y eso no lo queremos ni lo vamos a hacer. Estamos haciendo un esfuerzo para equilibrar las cuentas (públicas)”, enfatizó Heber.
Heber no registra, que hay otro modo que no es justamente subirle los impuestos a la gente.
Claro, Heber es protagonista de primera línea del mayor despilfarro de la historia del sistema político.
Quizás sería bueno recordarle a Heber, que la recientemente eliminada Partido da Prensa, que fue cobrada en forma delictiva por muchos legisladores durante muchos años, representaron US$ 30 millones de dólares que fueron a parar a las cuentas personales de todos los legisladores, con Heber incluido.
¿Si tuviera esos US$ 30 millones de dólares el Ministro de Transporte y Obras Públicas, podría hacer carreteras?
Si tuviéramos los cientos de miles de dólares que gastó Heber viajando por el mundo en forma ridícula e innecesaria, seguro muchos cientos de kilómetros de carreteras se podrían construir.
Si en lugar de acomodar en cargos de jerarcas a cientos de compromisos electorales, seguramente tendríamos muchísimo más dinero disponible.
Antes fue Tabaré Vázquez que dijo mil cosas que haría y no cumplió ninguna.
Hasta prometía bajar un 35% las rapiñas y aumentaron un 55%.
Tendrían que hacer el Club de los Caras de Piedra, ya que se han reído en nuestra cara de todos nosotros, son rostros de piedra sin duda.
Lo peor, es que siempre siguen chupando de nuestros flacos bolsillos, durante décadas y décadas.
Yo recuerdo, una entrevista que le hicimos en El Bocón a Luis Alberto Heber en Paysandú.
Allí se le preguntó por las Partidas de Prensa de los legisladores.
Se mostró resuelto a eliminarlas y eso nos sorprendió.
Lo gracioso, que también propuso que ese dinero, vaya a los gastos de representación de los Senadores.
Es decir, seguir robándonos en la cara, antes con la mano izquierda y ahora con la derecha.
¿Pensará en serio que somos todos idiotas?
Una gran mayoría de uruguayos, esperábamos con ansiedad la auditoría especialmente en ese Ministerio de Heber, ya que el señor Rossi fue 10 años Ministro de la cartera, y en los corrillos, se le mencionaba como “El Señor 10%”.
Y era la gran oportunidad de conocer si realmente el Ministerio de Transporte era una fuente de recursos ilícitos en sus licitaciones, compras, etc. o se trataba de solo un rumor mal intencionado.
Nos quedaremos con las ganas, ya que a cuatro meses de haber asumido el Gobierno y luego de declarar y prometer lo contrario, ahora anuncia que no habrá auditorias.
