¡DESDE PAYSANDÚ!

Entrevista de Eduardo Fernández.-

Ramón Noel Laurencena es un sanducero de 67 años de edad que dice sentirse “harto, aburrido, cansado” por la insólita lentitud de un trámite que inició hace más de 15 años en la Dirección de Tránsito de la Intendencia de Paysandú y que recurrió a “El Bocón” para denunciar un trato que le resulta incomprensible “y que ha sido igual con todos los partidos, es todo lo mismo”, enfatiza.

Vida

Hace casi 40 años Laurencena compró una camioneta pick up Internacional Modelo L 110 del Año 1952 y durante mucho tiempo la mantuvo en una localidad del interior “prácticamente sin usarla”. Ya entrados los 2000, cuando había tomado la decisión de  utilizar el vehículo en la ciudad y “según la información que poseía por ser funcionario de la Dirección de Tránsito” de la comuna, donde trabajó unos 20 años, se resolvió a tramitar la exoneración del pago de la patente del rodado según determina la normativa vigente de acuerdo a la antigüedad del vehículo.

Ramón busca en una carpeta atestada de papeles referidos a su denuncia, algunos de esos documentos ya comienzan a tomar el clásico tono amarillento que el paso del tiempo  provoca en las hojas, hasta que encuentra uno. “Acá tengo un expediente del 2006 donde dice que pago desde la segunda cuota de la patente del año 1984 hasta la sexta del año 2000”; poniendo “al día la patente” el hombre iniciaba el proceso para solicitar la exoneración del tributo “ante el Tribunal de Quitas y Esperas”.  En octubre de 2006, según consta en el recibo que exhibe, formalizó un pago “para ingresar el trámite en el Tribunal sin embargo hasta el día de hoy no me han contestado”, denuncia Laurencena que agrega que a lo largo de estos años ha ido reiteradamente a consultar por la marcha del proceso y en muchas de esas ocasiones “me terminaron haciendo firmar papeles y me mandaron a pagar al Abitab de la esquina, vaya a saber qué cosa. A mí nunca me convenció que me siguieran cobrando pero pagaba para ver si la cosa se movía”, reconoce. Hace dos años pidió un resumen de lo que había aportado y le informaron, a través de una nota que también conserva, que tenía más de 3.000 pesos a su favor pero ha vuelto a pasar por Tránsito y le han cobrado de nuevo.

Asegura que cuando inició el proceso en 2006 entregó chapas y libreta pero que los funcionarios de la dependencia reconocieron  que no podían encontrar esos objetos. “Me perdieron esas cosas y tuve que ir a la Policía a hacer la denuncia por extravío. El problema es que en todo este tiempo me hicieron hacer la misma denuncia tres veces. La última vez que me mandaron me calenté y no fui nada, me da vergüenza ir a hacer siempre lo mismo. Parece que me ven con cara de mono”.

Reconoce que tuvo expectativas de que el asunto se solucionara “cuando varias veces que fui  me mostraron unas chapas y libretas y me decían que me las iban a dar. Pero hasta el momento no me entregaron nada”.

“Al final la Intendencia siempre es igual, sea cual sea el partido que mande es lo mismo. Mirá, los otros días se me quedaron con los papeles de la compraventa de la camioneta y con una certificación notarial que dice que la camioneta es mía. Una señorita que me atendió me dijo que tenía que dejar eso y yo se los di, pero la verdad que estoy muy arrepentido”, relata. Llamativamente la última vez que fue a Tránsito, en febrero de este año, otra vez tuvo que pagar esta vez más de 8.000 pesos. Según el detalle del recibo que emitió la casa de cobranzas, de ese total sólo 299 pesos correspondía a patente, 4.328,37 eran de recargos anteriores y 4.067,07 de recargo de mora.  “Al final esa última vez que fui me agarré una bruta calentura y me vine, a mi me parece que me están tomando el pelo, no puede ser que en 15 años no puedan hacer ese trámite. En este tiempo han ido a inspeccionar la camioneta cinco veces, una vez le sacaron 17 fotos y dijeron que estaba bien pero el asunto es que no resuelven a mi me hartaron”, expresa Laurencena que se molesta a medida que va recordando las peripecias.

Sólo quiere disponer de su vehículo pero no descarta iniciar acciones contra la Intendencia

“Yo lo único que quiero es que me autoricen a no pagar más, como debe ser, y que me den las chapas y la libreta y que se termine el tema”, concluye y agrega que moverá el vehículo y pretendería venderlo. Reclama el reintegro de “la plata que tengo a favor a mío con el aval del interés bancario” aunque no descarta iniciar un reclamo judicial para introducir otros reclamos.

El teléfono descompuesto

En el período anterior la Intendencia desarrolló una investigación administrativa que tuvo derivaciones a la órbita judicial “por la entrega de libretas truchas y eliminación de deudas de patentes y de multas” que terminó con la formalización de funcionarios de la Dirección de Tránsito. Ramón cree que en el marco de esas actuaciones intervinieron su teléfono  dado que de sus 34 años de municipal, se retiró en 2012, “unos 20 fueron en Tránsito”. “Hace cuatro o cinco años me llamaron a Tránsito y yo pensé que era por mi camioneta. El funcionario me indagó y la verdad que yo no entendía. Hasta que me acusó de que había ofrecido 10.000 pesos para que me hicieran la exoneración”. Cuando Laurencena entendió que estaba siendo interrogado por una situación con la que nada tiene que ver y que había un registro de una conversación “en la que contaba a los muchachos que habían trabajado conmigo en Tránsito que había sacado unos cuantos pesos en la Quiniela y que les iba a hacer un regalo”, reclamó las explicaciones del caso, especialmente respecto a porqué no se le aclaró el motivo de la convocatoria y otra vez vivió otro momento de tensión con funcionarios de la Intendencia. El hombre asegura que nunca supo porque su teléfono estuvo intervenido y asegura que la justicia nunca emitió una orden para que se aplicara tal medida.

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