A raíz de nuestro análisis sobre el resultado que le puede dar el argentino Andrés D’Alessandro a Nacional, hemos recibido una montaña de comentarios.

De los que estaban de acuerdo hubo muchos, de los que no estaban de acuerdo también varios, de los agresivos calientes por ser hinchas de Nacional, y no faltaron los hinchas de Peñarol que se pusieron babosos.

Es verdad que en Uruguay hay 3 millones de directores técnicos, todos creemos saber de fútbol y todos opinamos y discutimos.

Sin dudas que es una característica de los uruguayos, que personalmente me encanta y señala una gran virtud de todos nosotros.

Para los que no leyeron el análisis, decíamos que había sido una contratación errónea y cara, que no podía rendir por lo que cobra y que tiene 40 años, ya no es ni sombra de lo que fue en su larga carrera.

Quienes no estaban de acuerdo con nuestra opinión, decían que mantenía su gran técnica, que tiene una zurda muy desequilibrante, y que si bien no estaba para los 90 minutos, iba a tener siempre un tiempo por partido jugando y que iba a hacer la diferencia.

También nos decían que se iba a sentir muy cómodo poniéndoles pelotas de ataque a sus dos correligionarios, que juegan en el ataque de Nacional.

Hasta ahora no se le puede calificar, porque jugó un solo partido completo, pero terminó acalambrado, y su última media hora, la llevó adelante en base a su experiencia, al trotecito.

Y el entrenador resolvió no llevarlo a Colombia para el partido por la Copa Libertadores a pesar de trasbordar una extensa delegación.

También nos hablaron del marketing que “El Cabezón” representa en todo el mundo, y que eso iba a ser muy útil para Nacional.

Lo cierto es que el salario de D’Alessandro es de US$ 35.000 dólares mensuales, que cobró dos meses solo por entrenar iniciales que no podía jugar en el Clausura.

Es muchísimo dinero sin dudas, y no creemos pueda ser una inversión la realizada por los tricolores.

Además, un jugador ya pronto a retirarse, está tapando a otros juveniles, que fueron campeones uruguayos y que además, pueden ser transferidos si juegan y lo hacen aceptablemente.

En síntesis, un ex jugador (esto molestó mucho a algunos hinchas tricolores), que viene a cobrar US$ 400.000 dólares en un año, además de su vivienda y otras extras.

¿Medio millón de dólares? ¿Cuántos jugadores de relieve internacional pudo haber traído Nacional con ese dinero?

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