Cuando tenía 22 años, por cosas de la vida se casó con quien había sido su novio por tres años, él tenía 26 años.

Se casaron y se fueron a vivir solos a un apartamento que alquilaban. Cada uno tenía su trabajo como antes de casarse, ella era maestra y él mecánico de autos.

Por la mañana se levantaban y cada uno se marchaba a su lugar de trabajo. Ella volvía a su casa al mediodía, él también lo hacia por tres horas, y luego volvía a su trabajo.

Ella se quedaba sola hasta las ocho de la noche en su casa.

Hacía los quehaceres de la casa, algunas veces visitaba a su madre, otras a su hermana y así ocupaba su tiempo.

Llevaban dos años de casados, por cosas de la vida,él quería que encargaran su primer hijo e insistía con eso hablándole a su esposa.

Ella no estaba de acuerdo en hacerlo, quería esperar un tiempo más, él le preguntaba cuánto tiempo más deberían esperar. Poco a poco él dejó de insistir con el tema del hijo. Acostumbraban a hacer sus paseos, como los domingos pasarlo en la casa de sus respectivos padres, alguna que otra vez los fines de semana ir a cenar afuera, y una o dos veces al mes salir a bailar.

Pero por cosas de la vida parecía que ya no disfrutaban el estar juntos, era como que preferían cada uno estar en lo suyo sin la compañía del otro. Por cosas de la vida un día ella se empezó a fijar en una persona que era muy amable con ella.

Él era un hombre casado con hijos, seguido se veían porque el era un comerciante del barrio en el que ella vivía y donde hacia las compras diarias.

A ella le gustaba coquetear con el vecino, cada vez iba más seguido al comercio. El hombre se había dado cuenta que a ella no le molestaba nada de lo que él le decía.

Así fue que un día comenzaron las conversaciones telefónicas, ella a quejarse de su esposo, y él a hacerle comentarios de su esposa.

Él atendía solo el comercio, ya que su esposa trabajaba en otro lugar. Una tarde los dos se pusieron de acuerdo para encontrarse en un lugar a solas y esos encuentros se hicieron más frecuentes. Por cosas de la vida esta mujer tenía a su esposo el cual la amaba, pero estaba algo desilusionado porque quería que su esposa le diera la oportunidad de ser papá, y ella no quería hacerlo.

El comerciante, un hombre con una familia que supuestamente no tenía ningún tipo de problemas con su esposa. Por cosas de la vida los dos estaban viviendo una aventura, sin tener en cuenta a sus respectivas parejas.

Esa relación siguió por tres meses, tanto la esposa y el esposo engañados no se imaginaban lo que estaba sucediendo, cada uno llevaban adelante su matrimonio como si todo fuera normal.

Esta mujer que no quería darle un hijo a su esposo, por cosas de la vida quedó embarazada y no fue precisamente de su esposo.  Cuando estuvo segura del embarazo se lo comunicó a su amante, el cual puso el grito en el cielo.

Discutieron, él le preguntó si ella se había vuelto loca, que como no había evitado que eso sucediera.

Él no se había preocupado de eso porque ella le había dicho que se quedara tranquilo, que ella tenía los cuidados necesarios para que eso no sucediera.

El hombre después de la tercer salida que tuvieron luego de saber sobre el embarazo, le dijo a ella que ya no quería seguir adelante con esa extra relación.

Ella enloqueció y le dijo que eso no podía ser, que se separaría y se iría a vivir con él.

Él le dijo que eso no era lo que él quería, que en ningún momento había pensado la posibilidad en separarse de su esposa, que pasaba bien con ella pero era eso y nada más.

Claro que él no tuvo en cuenta que si su esposa se enteraba de esa relación quizás sí ella querría separarse de él.

La relación entre ellos terminó y muy mal, ella se preguntaba qué haría ahora que ya no lo tendría más, ella sí había pensado en dejar a su esposo e irse a vivir con su amante, pero ahora que él le había dicho lo que tenía en mente la había dejado sin saber que hacer.

Lamentablemente pasó lo que en otros casos ha pasado, el esposo se creyó que estaba esperando un hijo suyo.

Qué iba a imaginar que su esposa por tres meses había estado conviviendo con otro hombre.

Él se sentía feliz, le preguntaba por qué había sucedido si no era lo que ella no quería, ella supo que decirle, y él le creyó. Pero no hay que descartar que un día, por cosas de la vida, este esposo sepa que fue engañado por esta mujer, no solo teniendo una extra relación, sino haciéndolo creer que ese niño al cual lo llena de amor, es fruto de un triste engaño, que por cosas de la vida jamás se lo imaginó.

Es lamentable, pero como esta historia hay muchas, ya que son parte de las cosas de la vida.

 

Artículo anterior¡NO ME CORRAN CON EL PONCHO!
Artículo siguiente¿QUE “LOS MÁS INFELICES SEAN LOS MÁS PREVILIADOS”?