Nació en un hogar muy humilde, el es el 5to hijo, su mamá tiene uno de 3, 5, 7 y otro de 9 años, son dos nenas y tres varones, él es el más pequeño.

Por cosas de la vida no conoció a su papá, sus otros hermanos no son del mismo padre, solamente dos de los cinco conocen al padre. Su mamá es una señora que cuida muchos de sus hijos, pero que no ha tenido en cuenta que cada hijo necesita de la mamá y del papá para sentirse querido por quienes son los responsables de haberlos traído a esta vida. Un día alguien le dijo a esa mamá por qué al bebé de tan solo 11 meses no se lo daba, que ella y su esposo cuidarían de él como a un verdadero hijo.

Esta mamá en ese momento muy segura le respondió que de ninguna manera haría tal cosa, pero luego en su casa junto a sus hijos y a su madre (la abuela de los niños) que vivían en la misma casa dialogaron sobre el tema y su pensamiento ya no era el mismo que aquel día en que esa persona le había propuesto esa idea.

Entre la mamá y la abuela llegaron a la conclusión que no era una mala idea, a pesar de esta madre tener cinco hijos y sin un esposo que la ayudara a cuidar de sus hijos y además de limitarlos a muchas cosas, jamás se le había pasado por la cabeza dar a uno de los niños a otra persona para que se hicieran cargo.

Esta madre de 37 años no era una mala mujer, si era algo ignorante, ya que le resultaba muy fácil creer en las palabras de hombres que por cosas de la vida se le acercaban, mantenían una relación de un tiempo no muy prolongado y luego acababan distanciados, pero lo peor es que de cada uno terminaba con un hijo, algo que perfectamente podía evitarlo, pero ella demostró ser una de esas personas que disfruta el momento sin tener en cuenta cuáles son las consecuencias de ese momento.

Esa mamá tomó la decisión de entregar a su bebé a ese matrimonio, decía que estaría muy bien cuidado y que tendría un mejor futuro. No le resultaba fácil hacerlo, pero sentía que era una gran solución para su vida, y decía que no estaba haciendo nada malo, si no todo lo contrario ya que pensaba en el bien estar de su hijito.

Luego de una conversación con el matrimonio todo quedó aclarado y el bebé pasó a los brazos de sus futuros padres. Los días pasaban y esta madre sufría muchísimo por no tener al bebé, los padres adoptivos entendieron su situación y le permitían verlo cada vez que ella sentía la necesidad de hacerlo, ellos son muy buena gente, tienen una nena de cuatro años. Son muy cariñosos con el bebé y están felices por tenerlo, seguro que este bebé por cosas de la vida tendrá unos buenos padres, y además por ahora también recibe el calorcito de su mamá que por cosas de la vida tomó la decisión de dárselo a otras personas convencida que lo cuidarían muy bien, ella pudo ver con sus propios ojos que así era, y luego de haber pasado cuatro meses se sentía feliz por lo que había hecho, además sabiendo que había encontrado a un matrimonio que le permitía ver al bebé hasta que ambos se acostumbraran a la nueva vida de cada uno. Luego de siete meses de todo esto a esta mamá se le diagnosticó una cruel enfermedad que hoy la tiene muy mal, y que según el avance que tiene, en algunos meses la llevará al otro mundo. Sin duda que el destino de este bebé por cosas de la vida se ha desviado a una vida mejor. Lamentablemente sus hermanitos no se sabe cuáles serán sus destinos, hoy de ellos se ocupa su abuela, pero quién sabe si podrá sola salir adelante con sus cuatro pequeños nietos.

Esa mamá además de sufrir por su enfermedad, tiene un tremendo sufrimiento en pensar qué será del cuidado de sus hijos, siente que la vida le jugó una mala pasada, y hoy se arrepiente por haber traído a estas criaturas al mundo, sabiendo que no tenía mucho para brindarles. Quiera Dios estos niñitos reciban un buen cuidado y a pesar de no tener a su mamá tengan un muy buen destino. Ojalá no les falte el amor que todo niño necesita, que cuando esta mamá parta al más allá pueda ver que sus hijitos quedan bien amparados, en un hogar lleno de amor, quién sabe cual será el destino de cada uno, esperemos que la vida les depare lo mejor de lo mejor. Lamentablemente no podrán crecer junto a su mamá porque el destino le brindó una corta vida, ellos serán uno de esos tantos niños que por cosas de la vida no podrán disfrutar de sus verdaderos padres, pero quizás corran con la misma suerte que el hermanito menor, y se les cruce en sus caminos buenas personas que quieran cuidar de ellos como verdaderos padres.

Esta es una de esas tantas historias tristes, que son parte de las cosas de la vida

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