Por Eduardo Abenia.-
Enfundado en impecable uniforme militar, con estrellas y condecoraciones de encumbrado militar, el video de Vladimir Kvachkov, https://www.youtube.com/watch?v=HumI-8V9DaU explica que la supuesta pandemia es una mentira del capital global, los poderes ocultos, los sionistas, con la intención de disminuir y controlar la población mundial. Se atribuye ser parte de la inteligencia rusa, y afirma que su opinión la representa, lo cual da particular relevancia al mensaje. El video me llega por WSP, Facebook y YouTube, es viral, pero hay cosas que no cierran. Habla de que tenemos poca fe en Dios, y de un plan satánico… ¿un alto mando ruso hablando de Dios y satanás? Investigando un poco resulta que hace 23 años que dejó el servicio.
Siendo un retirado ¿por qué está de uniforme? Claramente lo invisten de una autoridad que no tiene, si fuera un general peruano no trascendería, pero, aunque es solo un coronel retirado hace más de dos décadas, el mensaje subliminal es “la inteligencia rusa confirma que todo es un complot sionista”.
En la misma línea, el Dr. Luis Martínez afirma que el virus es un invento informático, y que nos van a meter un chip con la vacuna, que nos dejará estériles. https://fb.watch/2Wdn5c3ME7/
Apoya sus dichos en trabajos científicos que nadie leerá, y aun leídos no entenderían por ser técnicos.
El Covid despertó una enorme cantidad de verduleros, periodistas, taxistas y un largo etc. devenido en técnicos sobre temas de los que no tienen ni idea, y por falta de formación no pueden juzgar. Los chips existen, se usan hace años en seguridad, tienen el tamaño de un grano de arroz y se pueden poner subcutáneos. Como no tienen batería, toman la energía de una fuente externa mediante una pequeña antena, eso requiere proximidad menor a dos metros, en la mayoría de los casos pocos centímetros. Una vez energizados, pueden entregar un código de identificación, capaz de abrir una puerta, marcar tarjeta, o acceder a un área restringida. La imaginación conspirativa asume que implantado, se puede seguir a la persona desde un satélite, controlar sus acciones, y otras fantasías disparatadas, lo que justificaría su uso secreto.
Vale aclarar que es fácilmente detectable, el secreto se descubriría inmediatamente, generando un escándalo mundial.
Es interesante que muchas de las funciones secretas que se le atribuyen, ya las tiene un chiche que portamos gustosos y hasta pagamos caro. En efecto, aun conectados desde WIFII públicas, nuestro celular tiene un número de identificación único, y la triangulación de antenas permite saber dónde está cada uno con creciente precisión, no necesitan ponernos chip, ya lo tenemos.
Cada vez que nos conectamos a la red, a no ser que usemos programas especiales, algo que casi nadie hace, cada navegación queda visible para el operador y para cualquiera que tenga acceso a él. Cada vez que usamos una tarjeta de crédito, la operación queda registrada, así pueden saber hasta con qué pasta nos lavamos los dientes, no necesitan tal chip, pueden controlarnos usando lo que nosotros mismos autorizamos, lean lo que se firma al aceptar cualquier tarjeta de crédito.
Los videos del coronel ruso, de Martínez, de la Dra. Brandolino y otros similares, tienen en común atribuir la pandemia al interés de un plan malvado para inocularnos una vacuna para control y esterilización. Del control ya hablamos, analicemos ahora las razones para esterilizarnos. La vacunación comenzó primero y a gran ritmo en Israel, ahora mismo es el país con más vacunados, le sigue todo el primer mundo, Inglaterra, USA y el resto de Europa, ¿realmente alguien puede pensar que el plan malvado de los supermillonarios, del poder global, del sionismo, es esterilizarse a sí mismos, a la mitad rica del mundo? Deténganse a pensar cuáles serían las consecuencias. La vacuna llegará tarde y mal al tercer mundo, o sea, sería una vacuna que dejaría estériles a los que ya se reproducen poco, los más ricos y educados, dejando como nuevos generadores de descendencia al África, parte de Sudamérica y todos los demás países pobres, cuanto más pobres, menos vacunados y más fértiles.
¿Ese es el plan oculto del poder global? Podrán decir del supuesto poder global que son malvados, pero no que son tontos o ignorantes, ellos saben mejor que nadie que si el problema es la superpoblación, el mejor anticonceptivo es la educación. Una familia analfabeta tiene diez hijos, una universitaria a lo sumo dos, esterilizar al primer mundo solo lograría superpoblarlo con inmigración ilegal del tercero. Cabe acotar que, si bien pueden tener efectos secundarios en un pequeño porcentaje de inoculados, las vacunas han salvado miles de millones de vidas.
Gracias a ellas la humanidad ha erradicado la viruela y arrinconado la poliomielitis hasta apenas una decena de casos al año, minimizando también la tuberculosis, el tétanos, y varias otras enfermedades endémicas. La idea es sembrar miedo.
Te van a controlar, serás un zombi del gobierno, te quieren amordazar, el bozal es un burka, y el colmo, siguiendo una malvada premisa maltusiana ¡quedarás estéril! Paradójicamente, los coviplanistas hacen lo que denuncian de los conspiradores, infundir miedo. No voy a listar aquí las muchas cosas que fundaciones de esos millonarios han hecho por erradicar la pobreza, el hambre y la enfermedad.
Para la gente rica más allá de lo imaginable, ganar más dinero carece de sentido, por lo cual empiezan a pensar cómo pueden dejar algo útil a las nuevas generaciones. Sin embargo, la izquierda lleva 170 años inoculando el virus del resentimiento, “si tiene mucho a alguien habrá robado”, en términos marxistas “explotado”
Tan es así que todos los videos conspirativos, cuando hablan de Rockefeller o Bill Gates, dan por sobreentendido que sus motivaciones son malvadas, en ese relato nadie que tenga mucho dinero puede ser trigo limpio. Para evitar caer en lo mismo, resta entender por qué se siembra miedo. Así como no es razonable atribuir maldad pura a los millonarios, tampoco lo es en los adalides de la conspiración. En general es gente bien intencionada, fastidiada por el ataque a la libertad que significan las medidas de confinamiento, legítimamente preocupada por la pobreza que genera…, y ¡tienen razón!, la OMS manejó la pandemia de forma cantinflesca, absurda, justificando así la desconfianza.
El origen chino, una tiranía, abona esa aprehensión. A estos legítimamente preocupados, se suman una cantidad de personajes que buscan su cuarto de hora como heroicos defensores de la libertad, millennials, que ensayan tardíamente su hora rebelde antisistema, y finalmente los conspiranoicos de siempre, que creen que las pirámides son obra extraterrestre y que nunca llegamos a la Luna. Una mezcla explosiva de verdad con mentira, de legítima preocupación con locura e ignorancia, una mezcla que hace que parte de la población ya no respete las medidas y protocolos sugeridos, llevándonos a perder un status privilegiado, y que también hace peligrar los planes de vacunación.
Sospecho que habrá mucha resistencia, tanta que puede significar un problema de salud pública, una razón más por la cual debemos tratar de razonar entre todos qué hay de cierto y qué no, para actuar racionalmente y no llevados por el miedo a conspiraciones inexistentes. Para los convencidos de la conspiración, el poder político es títere del poder económico global. Todo el que me conoce sabe lo que pienso del sistema político, sostuve y sostengo que son parásitos del sistema productivo, no es mi intención defenderlos, pero atribuirles complicidad en esta pandemia con el fin de controlarnos y esterilizarnos es absurdo. Medios de comunicación mediante ya nos tienen controlados, vivimos una democracia de mentira, donde elegimos en un menú cerrado, que hicieron para darnos una falsa impresión de libertad de elección. Para el sistema político la pandemia es un riesgo, ellos no producen nada, viven a costa de los que producen, por lo cual una crisis que provoca una retracción económica formidable, puede hacerles perder su posición de privilegio. Ellos estaban cómodos, la pandemia vino a complicarles la vida, por eso el apuro con la vacuna. Esterilizar a los ricos y llenar el mundo de pobres hambrientos, sería la peor pesadilla de cualquier político. Cuando la cosecha es buena, las ratas están gordas, cuando hay hambre, corren el riesgo de morir también ellas, por eso abandonan los barcos. Hay que elevar la mira, el adversario es la irracionalidad, el populismo medra donde el sentimiento aplasta la razón. Hay que tener claro dónde están los enemigos de la verdad, de la Ciencia, y dejar de asumir que el dinero es malvado, es solo una herramienta de intercambio, tenerlo no es pecado, es el motor del progreso, la humanidad es hoy más próspera que nunca en su historia. Amigos, no hay planes globales malvados, los políticos ni siquiera fueron capaces de ponerse de acuerdo para mantener la unidad europea, lo que vemos es mentira, ignorancia y ambición, sembrando miedo. No saldremos de la confusión revisando datos contradictorios, porcentajes cuyas causas no entendemos, solo un análisis crítico profundo puede aproximarnos a la verdad.