Es más viejo que yo el tráfico de influencias, y el amiguismo en la política y todos los organismos públicos.
Todos se llaman, lo dijo el Senador Jorge Gandini, no tienen moral, ni escrúpulos.
Recuerdo cuando el Senador Penades fue acusado de acoso sexual a un policía frente al Hotel Conrad de Punta del Este.
El policía hizo la denuncia y llamó al 911.
La policía llegó al lugar y Penades se encerró y se atrincheró en su automóvil diciendo que “Soy Senador de la república, no me pueden detener…”.
El Policía hizo la denuncia en la seccional 10 de Punta del Este, y Luis Alberto Heber llamó a Wilson Saravia caudillo Colorado de Maldonado ya fallecido, y éste llamó al Jefe de Policía que logró salvar la situación para que nunca llegará a la justicia.
Por eso, esto de Cardoso es lo que hacen muchos políticos en diferentes cargos ejecutivos y legislativos.
A mí no me asombra.
Lo que sí me asombra es la interpretación de la fiscalía en este caso, que está clarísimo que Cardoso cometió el delito de Abuso de Funciones.
El policía fue formalizado por Abuso de Funciones al facilitarle los pedidos del ministro, pero el Ministro preguntó “como amigo”.
¡¡Por Dios!!