Ella creció en un hogar junto a sus padres y sus dos hermanas y era la del medio.
Cuando tenía nueve años por cosas de la vida sus padres se separaron.
Su papá se fue a vivir al interior y ella se quedó en la capital con su mamá y sus hermanas. Algunos años después su mamá volvió a contraer matrimonio con otra persona del cual tuvo tres hijas más.
Esta niñita fue creciendo y se hacía cargo de sus hermanas y de la casa, mientras su madre trabajaba.
Seguía adelante con sus estudios pero un día dejó la secundaria.
Era una muchachita muy capaz, con muchas ganas de salir adelante con su vida, pero el destino por cosas de la vida le puso algunas trabas para que no pudiera triunfar y hacer realidad sus sueños de jovencita.
Por cosas de la vida conoció a un joven que no era el ideal para enamorarse, y comenzaron una relación.
Cuando ella cumplió los veinte años se fue a vivir con él, y en parte su vida se complicó bastante.
Siempre fue una muchachita trabajadora, quería triunfar, llegar muy lejos, y su propósito era lograr todo lo que se proponía.
Luego que comenzaron la convivencia con el joven, la relación pasó a ser mala ya que él no tenía buenos hábitos.
Ella sabía de sus debilidades pero como estaba enamorada creyó que podría controlarlo y ese fue su gran error.
Trabajaba, era muy cumplidora en lo suyo, pero todo eso no fue suficiente para evitar complicarse la vida.
De un día para otro cometió el error más grande que la llevó a dejar sus sueños de lado. Quedó embarazada, no estaba de acuerdo en seguir con el embarazo pero no le quedaba otra.
Un día se fue dejando al joven, porque no podía seguir a su lado ya que él no respondía con sus responsabilidades.
Estuvieron un año viviendo en casas separadas, ella siguió con su embarazo hasta que dio a luz a su niñita.
Resultó ser una muy buena mamá, cuida de su hijita como corresponde y trata de no decaer ante todas la eventualidades que son parte de las cosas de la vida.
Luego de más de catorce meses de no vivir con el joven, por cosas de la vida deciden volver a convivir.
Hoy comparten sus vidas, ella ya no puede trabajar, cuida de su niñita y de su segundo embarazo. Una pena que así sea pero es la realidad. Una vez más comete el mismo error. Su hijita en un mes cumplirá dos añitos.
Por cosas de la vida esta jovencita se ha equivocado en su elección de vida pero seguirá sin entregarse.
Reconoce sus errores, quisiera que su vida hubiera tomado otro rumbo totalmente distinto pero fue así.
No se siente una joven feliz, pero muchas veces se consuela con sus propios errores.
Su compañero sufre de adicción a las drogas y sabe que ante eso es más que difícil pelearla.
Ella es consciente que en lugar de ayudarse a sí misma ha hecho todo lo contrario. Le resultaría más fácil mientras tenía solamente a su hijita, ahora con la llegada de un segundo hijo no le será nada fácil.
Prácticamente se encuentra sola en esa lucha, y seguro le será muy difícil llevar una digna vida con sus dos hijitos.
Sin dudas que los sueños de esta joven por cosas de la vida quedaron en un tercer plano.
Igualmente podemos decir que aún no está todo perdido, para esta jovencita nunca será tarde para volver a empezar.
Ojala el destino le depare cosas buenas y dentro de tantas cosas negativas surja muchos hechos confortables que le permitan ser feliz. Con sus tan solo veinte y tres años está viviendo muy de prisa pero es factible que un día quizás no muy lejano, la vida la sorprenda con muchas cosas buenas para que sea muy feliz con sus hijitos. Hoy no le queda más que entender que todo lo que le ha tocado vivir es parte de las cosas de la vida.