Finalmente y en forma irregular, culminó el intento de conciliación más largo del mundo.
Ni los denunciantes, ni Rafa Cotelo, “Piñe” Piñeyrua llegaron a un acuerdo luego de varios intentos.
Hubo cosas insólitas, como por ejemplo que la fiscal del caso le ofreciera darle el número de teléfono del abogado de Cotelo a los riverenses, para que lo llamen e intenten buscar un acuerdo extra judicial.
Personalmente nunca había visto semejante actitud, cuando es la fiscal la que debe realizar una audiencia de conciliación y generar la propia fiscal los caminos de encuentros para conciliar.
Sin embargo, en forma extrajudicial los abogados de las partes intentaron fórmulas, las que no llegaron a acuerdos.
Fiscalía no actuó y esperó pacientemente un acuerdo de partes.
Ahora, los denunciantes, le comunicaron a su abogado que agotaron las fórmulas de entendimiento y el letrado a fiscalía.
Ahora debe comenzar el juicio y la fiscalía que ya cuenta con todos los elementos y testimonios debe resolver el ofrecimiento al juez. Recordemos que Rafa Cotelo, haciendo un personaje en el programa radial, dijo un montón de agresivas y difamatorias acciones del pueblo de Rivera.
Los dichos son sin dudas agraviantes y difamatorias, pero los “galanes” basan su defensa en que se trata de un personaje y que ellos no comparten los dichos de ese “personaje”.
Sin duda, que si la señora fiscal archiva el expediente, estará creando un antecedente muy peligroso.
Cualquier periodista entonces se puede respaldar en un personaje y decir cualquier cosa de cualquiera que tendrá un antecedente judicial en donde respaldarse.
La justicia no puede enjuiciar a un personaje, por lo que Rafa Cotelo para nosotros es el único responsable de los dichos impugnados.
Y la fiscalía y el juez deben dictar sentencia, no es tarea fácil, el tema tomó estado público, y ya los mediáticos denunciados se mantienen impunes.
El tiempo transcurrido es ilógico y anti natural, fue a favor de los denunciados para la opinión pública.
Esperemos que esto no quede impune y haya un resultado justo para que no vuelva a ocurrir un atropello que por creerse gracioso e impune, pueden mancillar la historia de un pueblo como el riverense.