En la tarde del lunes sorprendió una vez más ver una persona encadenada en la puerta del Palacio Municipal (Intendencia Departamental), decimos una vez más, porque este no ha sido el único caso donde una persona se encadena frente a la Intendencia, a mediados del 2017, una señora con hijos había tomado una medida similar, por causas similares, el no tener respuestas por parte de las autoridades departamentales y la negativa a buscar soluciones.

Cumpliendo con nuestro deber periodístico estuvimos con ellos conversando en el lugar, y nos planteaban: “Somos la familia Silveira Pirotti, somos una de tantas familias del realojo del barrio la Chapita, toda la vida vivimos de criar animales, ahora nos quieren desalojar para una vivienda sin darnos un lugar acorde para seguir con nuestros animales.

En el día de hoy me encadené en la Intendencia esperando una respuesta y me dice la señora Gimena Nin y el propio Intendente que no hay ninguna solución, es eso, o nada nos dijeron”.

Esto evidencia la improvisación y el desconocimiento de las autoridades departamentales de su territorio, esta afirmación la hacemos porque hemos visto que una y otra vez han impulsados y sobre todo cuando se acercan los periodos electorales los famosos planes de relocalización de viviendas, donde muchos han incurrido en un total y nefasto fracaso, ya que como se desconoce la forma de vida de los ciudadanos, de cómo logran su sustento diario, donde muchos sobreviven de la cría de animales, otros tantos de la venta plásticos, cartones y hierros, entre otras cosas, para que vengan estos iluminados y pretendan poner en una familia en una vivienda, en un barrio donde no hay espacio para llevar adelante su actividad que les permite hacer la olla diaria.

Esto habla del desconocimiento de las autoridades de las sub culturas urbanas, de los modos de subsistencia de muchas familias, y entonces aparecen en sus camionetas con sus técnicos y deciden que los tienen que re alojar, pero jamás se detienen a ver cómo van a hacer esas familias para subsistir, comer y pagar servicios.

Claro que este tipo de acciones hablan del más profundo desconocimiento, ya en Paysandú hay barrios enteros que han sido realojado generando mayor perjuicio que soluciones, un ejemplo muy grafico del cual no se aprendió nada es el barrio “Río Uruguay”, un realojo de 104 familias, que poco a poco al haber perdido sus herramientas que permitían el sustento diario, se fue convirtiendo en una especie de “Guetto”.

Pero el fallar es humano, y hasta ahí se le puede atribuir al desconocimiento y la falta de empatía con los vecinos, lo que si no se puede tolerar es que las autoridades departamentales no se hagan cargo de la situación, y que un ciudadano tenga que llegar al extremo de encadenarse frente a la Intendencia, con el único fin de ser escuchado su planteo.

Esa familia tiene voluntad del realojo, pero en una vivienda productiva, pues se dedican a la crianza de cerdos y además cuentan con equinos. Deben realizar esta actividad debido a que el padre de familia tiene un trabajo de cuatro horas, lo que no le es suficiente para mantener a la numerosa prole. La única ayuda que reciben es una tarjeta del Mides. Están realmente desesperados. Ellos tienen conocimiento de que a otras familias se las ha realojado en las viviendas productivas, es decir, a lo que ellos aspiran.

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